Aznar hizo estas consideraciones en la inauguración de los cursos de verano FAES sobre 'España: calidad democrática, cohesión y futuro del bienestar', donde defendió que España es una democracia “más sólida de lo que quisieran sus detractores” y sostuvo que la Constitución reafirma su sentido y valor como pacto de convivencia y marco de discusión cuando hay que afrontar nuevos desafíos.

Previno sobre las estrategias que van en dirección “claramente negativa” para los intereses del país y la lógica institucional. Mentó en este punto el proceso de investidura al que pretende someterse Sánchez para aseverar que quien acepta ser propuesto como candidato a la investidura “debe tener alguna idea fundada de cuál será la mayoría con la que tiene que contar”.

“Lo que no está en la lógica institucional es echar sobre los demás la propia responsabilidad de conseguir esa mayoría, ni exigir apoyos gratuitos, ni afirmar al mismo tiempo una victoria electoral de largo mientras se advierte con nuevas elecciones”, avisó Aznar, para acto seguido remarcar que “los juegos tácticos tienen que tener un límite” y “el que tenga que negociar, que negocie”.

En palabras de Aznar, “el viajero sin billete no tiene mucho recorrido en la política democrática” y de esto quien más sabe ahora es el líder del PP, Pablo Casado. Recordó que en la Convención Nacional de enero ya auguró que lo tendría “más difícil” como líder que sus antecesores. “Ningún liderazgo se construye en la comodidad, sino en la prueba, y Pablo Casado ha pasado ya unas cuantas y es una garantía de liderazgo”, elogió.

Es más, subrayó que “es el único que puede construir más pronto que tarde una alternativa real a la izquierda” y opinó que “esa idea está arraigando cada vez con más fuerza en el electorado”. A su juicio, el presidente del PP ha acertado en las decisiones que han marcado la trayectoria del PP y se mostró confiando en que así seguirá siendo.