“Estamos viendo no solo el desplazamiento masivo debido a la violencia, sino también un brote de sarampión que se propaga rápidamente y una epidemia de ébola que no muestra signos de menguar. Todo al mismo tiempo. Esto no tiene precedentes”, declara en un comunicado coordinador general de MSF en la RDC, Moussa Ousman.

MSF ha realizado tres estudios de mortalidad en las ubicaciones de Drodro, Nizi y Angumu. Todos mostraron que las tasas de mortalidad en estas comunidades estaban “muy por encima” de los niveles de emergencia.

"Las personas se están muriendo principalmente de enfermedades prevenibles como la malaria, el sarampión y la diarrea", afirma Ousman. "Eso es muy preocupante. Especialmente porque aún no ha sido posible vacunar contra el sarampión debido al brote de ébola y al temor a una mayor propagación de este virus. Junto al Ministerio de Salud, estamos analizando qué nuevas estrategias podemos seguir dadas las circunstancias, pero aquí se necesita con urgencia más ayuda para prevenir más muertes”, explica.

La entidad de ayuda humanitaria está colaborando con el Ministerio de Salud para brindar atención médica y responder a las necesidades más graves de los desplazados. Los equipos también proporcionan agua potable, distribuyen artículos de primera necesidad y construyen instalaciones de agua y saneamiento como duchas y letrinas. Sin embargo, las “necesidades más urgentes de miles de familias siguen sin ser atendidas”, denuncian.

MSF insta a un “aumento inmediato de la asistencia humanitaria a largo plazo”, con el objetivo de “evitar la pérdida de más vidas y garantizar condiciones de vida dignas para todos aquellos que se han visto obligados a huir".