Salud

Identifican un posible marcador de resistencia al tratamiento en el cáncer de mama HER2

- Solo es necesaria una muestra de sangre para detectar este posible biomarcador de resistencia

Madrid
SERVIMEDIA

Investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), médicos del Hospital del Mar y profesionales del Hospital Clínico de Valencia, de la Fundación Jiménez Díaz y del Instituto Universitario Puerta de Hierro de Madrid han descubierto que el envejecimiento de los linfocitos NK o células asesinas naturales de las pacientes con cáncer de mama HER2 positivo puede servir para predecir el éxito o el fracaso de los tratamientos dirigidos. Se trata de un nuevo posible marcador de resistencia al tratamiento en este cáncer de mama que, en caso de ser validado, permitirá adaptar la terapia en el momento del diagnóstico.

Así lo anunció este viernes el Hospital del Mar a través de un comunicado en el que precisó que será posible detectarlo con solo una muestra de sangre en el momento del diagnóstico y se podría usar para identificar a las pacientes que presentan una baja probabilidad de respuesta al tratamiento que combina quimioterapia y anticuerpos monoclonales.

Se trata del primer estudio que identifica este envejecimiento como un parámetro que puede condicionar su potencial antitumoral.

Publicado en la revista 'Cancer Immunology Research', el trabajo se ha basado en el análisis de muestras de sangre de 66 pacientes, en estudios inmunogenéticos y funcionales de los linfocitos NK de estas pacientes y en el análisis de estas células en biopsias tumorales. El envejecimiento de estas células se ha medido mediante la cuantificación de linfocitos NK en sangre que revelan la molécula CD57 y los resultados muestran que las pacientes que presentaban un número elevado en sangre en el momento del diagnóstico tienen una mayor posibilidad de ser resistentes al tratamiento con quimioterapia y anticuerpos anti-HER2.

Unas observaciones que se complementan con estudios in vitro que muestran que los linfocitos NK CD57+, a pesar de ser funcionales, tienen una menor capacidad de división y, posiblemente, una menor capacidad para llegar hasta el tumor.

El mismo equipo de investigadores ya había demostrado en un estudio anterior la relación entre la presencia en el tumor de linfocitos NK y la respuesta positiva al tratamiento y este nuevo trabajo sugiere que las células NK envejecidas “o bien no llegan, o bien no sobreviven en el tumor, condicionando la eficacia del tratamiento”.

Según explicó la doctora Aura Muntasell, primera firmante del trabajo e investigadora del Grupo de Investigación en Inmunidad e Infección del IMIM, hasta ahora los fármacos en desarrollo se han centrado en potenciar la capacidad citotóxica de las células NK, pero su trabajo “indica que también hay que tener en cuenta el envejecimiento a la hora de buscar vías para potenciar su capacidad antitumoral”.

En este sentido, el doctor Miguel López-Botet, último firmante del trabajo y jefe del Servicio de Inmunología del Hospital del Mar, estimó que la consideración del envejecimiento de los linfocitos NK como un “factor relevante” podría “extenderse a otras situaciones, como, por ejemplo, la aplicación de terapias basadas en la administración de células NK”.

A juicio de la médico adjunta del Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar y firmante del estudio Sònia Servitia, “quedan retos importantes relacionados con la mejora de la personalización del tratamiento, conocer mecanismos de resistencia ‘de novo’ y adquirida, y desarrollar nuevas estrategias para seguir avanzando hacia la curación”.

Este trabajo ha contado con financiación facilitada por la Asociación Española contra el Cáncer.

(SERVIMEDIA)
28 Jun 2019
MJR/caa