Ambas entidades indicaron en un comunicado que se trata de “una experiencia pionera en España”, que ha sido posible gracias a un acuerdo suscrito con la Aemet, a partir de experiencias piloto realizadas en diversos centros.

La medida va a permitir adelantar a este verano la prestación del nuevo servicio, concebido para responder a episodios de meteorología adversa como los vividos el pasado verano en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, coincidiendo con los meses de mayor tráfico aéreo.

La presencia física diaria de predictores en el Centro de Control va a “facilitar la toma de decisiones, con una traducción más eficiente de la información meteorológica a las necesidades operativas de la gestión del tráfico aéreo”, indicaron.

Además, va a reforzar aún más la seguridad, ya que el jefe de sala y el equipo de supervisores/responsables de gestión de afluencia van a estar permanentemente informados, con mayor precisión y en tiempo real, de la evolución de las tormentas, los bancos de niebla, o cualquier otra inclemencia meteorológica.

Asimismo, Enaire se propone implantar el nuevo servicio en todos sus centros de control, de forma gradual, atendiendo a la capacidad de dotación de profesionales de la Aemet.