Así lo indicó durante un seminario organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie) en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), con el patrocinio de BBVA, sobre finanzas sostenibles, después de que CNMV decidiese hace unos días archivar la investigación abierta al respecto sin iniciar actuaciones sancionadoras.

Según Albella, el flujo de información en redes sociales abre un escenario nuevo que también ha movido a la SEC estadounidense a desvelar recientemente que lo analiza para, igual que la CNMV, fijar unos criterios. Eludió, sin embargo, anticipar por dónde irán esas guías al ser los trabajos todavía muy preliminares.

Los trabajos se abren tras un mensaje difundido por la presidenta del Santander en sus redes sociales donde adelantaba que facilitaría la refinanciación de DIA, ya que era el único banco que no había suscrito el acuerdo y lo estaba bloqueando. “Finalmente el presidente de LetterOne se ha comprometido a trabajar para eliminar la discriminación entre bonistas y bancos de DIA, lo que creemos es un tratamiento justo. Santander de manera responsable ha decidido apoyar a DIA y sus empleados”, rezaba el mensaje poco antes de que DIA lo confirmase al mercado con un hecho relevante a la CNMV.

Albella explicó que este caso dio lugar a “un análisis muy detallado con alegaciones incluidas de la propia entidad y a un debate interno muy rico”, cuya conclusión fue que no había “base suficiente para iniciar actuaciones sancionadoras”.

En ese estudio refirió que tuvieron en cuenta cosas como lo que representa una cuenta de Twitter de ese tipo en materia de comunicación asimétrica instantánea, y verificaron que tiene más de 30.000 seguidores, incluidos “todos los medios de comunicación relevantes españoles”, lo que hace que “cualquier cosa” que salga en la cuenta de la banquera “se difunde de manera muy rápido y general”.

También analizaron el impacto de un tuit en el mercado y concluyeron que en este caso “fue bastante limitado”; consideraron que la información era de alguna manera propia porque afectaba al Santander y también revisaron si existían o no criterios claros en esta materia, lo que animó a producirlos antes su inexistencia.

Preguntado en general sobre la situación de DIA y la actuación de CNMV, ante las fuertes quejas de los minoritarios, Albella consideró que se trata de un caso “dramático”, ya que en un espacio reducido de tiempo el valor de la compañía es “ocho o nueve veces” menor. “Es un drama pensando en los inversores”, afirmó.

Desde la óptica de la labor de la CNMV, aseguró que ha hecho su trabajo, actuando como un “alumno aplicado” y revisando “con gran meticulosidad” toda la operativa, la información financiera, la operativa de los cortos y la OPA. “Tengo la conciencia muy tranquila” de que la CNMV ha hecho todo lo que debía, indicó, confiado en que “todo evolucione lo mejor posible”.