Estos son algunos de los datos que repasó este martes el director nacional de Obras Misionales Pontificias España, José María Calderón, durante la presentación en Madrid de la Memoria de actividades de esta entidad impulsada por el Papa.

De hecho, entre la gran mayoría de religiosos y consagrados (103 de ellos obispos), en 2018 también se registraron 905 laicos. "Los seglares van asumiendo la tarea misionera no como un ‘hobby’, sino con verdadera vocación, con un compromiso personal", expuso.

Todo ello, recalcó, pese a las dificultades que puedan encontrar en el destino. A los misioneros "no se les pone un guardaespaldas", ni tendría "sentido" dedicar un dinero para protegerlos. Sí "se les dice que usen la prudencia lógica en situación es difíciles" y hagan caso de las recomendaciones de seguridad de las embajadas, matizó.

Uno de esos destinos es Mali, un territorio de misión donde los cristianos apenas suponen el 3% de la población, mayoritariamente musulmana, y donde la vida cotidiana está inmersa en un clima de violencia. Así lo relató en la presentación de la memoria el director de OMP en Mali, Hervé Tienou, que agradeció la solidaridad de los españoles para ayudar a las misiones.

En 2018, según el documento, OMP tuvo unos ingresos de 18,127 millones de euros, de los que 3,7 millones fueron para gastos y quedaron 14,4 millones que se han puesto a disposición de la Santa Sede en la reciente Asamblea General de OMP en Roma.

La mayoría de los ingresos procedieron de las parroquias (un 47%, 8,5 millones), seguidas por el capítulo de las herencias (185, casi 3,2 millones) y los colegios (9%, 1,6 millones).

Según publica OMP, con las aportaciones de 2017 se destinaron casi 17 millones a 1.224 proyectos, la mayoría en África.