Banco de España
Los hogares españoles lograron financiación bancaria neta positiva en 2018 por primera vez desde 2011 por el crédito al consumo
- Su tasa de ahorro marcó mínimos históricos, según el Banco de España
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El Banco de España destaca en un artículo que los hogares españoles recibieron financiación bancaria neta positiva en 2018, por primera vez desde 2011, debido principalmente al aumento del crédito al consumo, y su tasa de ahorro continuó cayendo hasta marcar un nuevo mínimo histórico.
Así lo pone de manifiesto el organismo en un artículo titulado ‘Evolución de los flujos y los balances financieros de los hogares y las empresas no financieras en 2018’ publicado este martes.
El Banco de España constata que, según las cuentas financieras de la economía española, en 2018 los hogares recibieron financiación bancaria neta positiva por primera vez desde 2011, equivalente a un 0,2% de su renta bruta disponible, principalmente debido al aumento de los créditos destinados a consumo y otros fines.
Mientras, su tasa de ahorro continuó cayendo, hasta marcar un nuevo mínimo histórico. En concreto, se situó en el 4,9% de la renta bruta disponible al cierre del ejercicio. Este nivel se encuentra 0,6 puntos por debajo del registrado en 2017 y es también un punto inferior a la tasa de ahorro de 2007, cuando se marcó el mínimo de la anterior fase expansiva.
Este desarrollo fue, no obstante, compatible con la continuación de la tendencia ascendente en la adquisición neta de activos financieros por parte de los hogares, la mayor parte de ellos en forma de depósitos bancarios.
Por su parte, la riqueza financiera bruta de las familias cayó un 1,6% en 2018, hasta el 293% de su renta bruta disponible, revirtiendo la tendencia ascendente iniciada a partir de 2012.
La deuda de los hogares con entidades de crédito cerró el año en el 96% de su renta bruta, tres puntos menos que en 2017 y 37 puntos por debajo del máximo de 2008. Como en los dos ejercicios anteriores, cayeron los préstamos para adquisición de vivienda, mientras que los destinados al consumo y otros fines aumentaron ligeramente.
En el caso de las empresas, a diferencia de lo sucedido en 2017, en 2018 la tasa de ahorro bruta de las empresas descendió ligeramente, hasta el 17,7% del PIB. A pesar de ello, la inversión neta en activos financieros por parte de las sociedades no financieras volvió a ser positiva, por un importe equivalente al 4,8% del PIB, si bien se rompió la tendencia ascendente que esta variable venía registrando desde 2013.
El grueso de la inversión financiera de las empresas se concentró en activos de renta variable y en depósitos a la vista. Mientras, el flujo del crédito comercial concedido fue positivo (0,8% del PIB) por cuarto año consecutivo.
La riqueza financiera bruta del sector empresarial se mantuvo prácticamente inalterada en 2018, lo que contrasta con los avances registrados durante los años anteriores, según el Banco de España. Esta evolución fue el resultado de un aumento de los activos financieros de las empresas, que fue casi totalmente compensado por la caída de su precio, asociada en gran medida, como en el caso de los hogares, a la corrección a la baja de las cotizaciones de los valores de renta fija y variable en el último trimestre del año.
El organismo destaca que el peso de los préstamos bancarios concedidos por entidades residentes en el total de la financiación ajena continuó reduciéndose por noveno año consecutivo, hasta representar el 35,4% del total, al tiempo que el de los créditos comerciales ascendió, hasta el 23,3%.
Por último, el valor de los recursos propios (esto es, acciones y otras participaciones en el capital) de las empresas disminuyó un 4,1% durante el ejercicio, lo que supone el primer descenso desde 2008, por el efecto combinado de una moderada captación de fondos y de un considerable descenso del valor de estos instrumentos.
(SERVIMEDIA)
11 Jun 2019
MMR/gja/caa