El documento, coordinado por Antonio Jiménez Lara, está editado por el Observatorio Estatal de la Discapacidad con la colaboración del Observatorio sobre Discapacidad y Mercado de Trabajo en España (Odismet) de Fundación ONCE, el Observatorio de la Discapacidad Física y la Fundación Vodafone España.

Los últimos datos disponibles registran un total de 1.840.700 personas con discapacidad entre los 16 y los 64 años -en edad de trabajar-, lo que representa un 6,1% del conjunto de la población española.

Sin embargo, sólo una de cada cuatro personas con discapacidad tiene un trabajo remunerado. Y es que la tasa de actividad del colectivo se cifra en el 35,2%, lo que se traduce en 1.193.500 personas inactivas dado el alto nivel de inactividad, que se cifra en un 85,87%.

"ELEMENTO DE GARANTÍA"

“Obviamente, la incapacidad está vinculada a la percepción de pensiones, las cuales, en el actual y precario mercado laboral, se constituyen como un elemento de garantía económica difícilmente renunciable en un escenario de inestabilidad contractual y bajos salarios”, asegura este informe centrado en el panorama de la discapacidad.

Atendiendo a la contratación, en 2017 se realizaron 308.376 contratos a personas con discapacidad, lo que sobre el total de contratos realizados tan sólo representa el 1,4%. De ellos, 110.068 fueron contratos específicos a personas con discapacidad, algo más de un 36%. Además, el 25% del empleo creado recayó en centros especiales de empleo.

No obstante, los contratos suelen ser temporales y con un salario muy inferior al del resto de trabajadores españoles. La tasa de temporalidad es del 90,3% y el índice de rotación, que se ha ido incrementando de forma paulatina, alcanza en 2017 su cota más alta desde 2006, el 2,16%.

Asimismo, los salarios medios brutos anuales para las personas con discapacidad se fijan en 19.297,6 euros, por debajo de los 20.553,3 euros que percibían en 2008 y a una distancia de 3.975,7 euros de la media de la población trabajadora sin discapacidad.

FORMACIÓN, "VARIABLE RELEVANTE"

Respecto al nivel formativo, hay casi 110.000 personas con discapacidad sin ningún tipo de estudios, lo que representa el 5,9% del colectivo. Además, sólo el 15% tiene estudios superiores, situándose la mayoría en los estudios secundarios (56,2%).

Por lo general, las personas con discapacidad con estudios superiores tienen entre 25 y 44 años y su discapacidad es de tipo sensorial. “La formación parece una variable relevante entre el colectivo y su relación con el empleo”, destaca el informe.

La brecha salarial de género también se da en las personas con discapacidad. Si los hombres de este colectivo cobran un salario bruto de 20.614 euros, las trabajadoras con discapacidad tienen un sueldo bruto de poco más de 17.000 euros.

Tal es la desigualdad que las mujeres sin discapacidad tienen un salario inferior al de los hombres con discapacidad. “Dicho dato parece indicar que la discriminación salarial de género tiene mayor impacto que la discapacidad en sí misma, lo que obviamente conduce a que las mujeres con discapacidad reciban las menores retribuciones”, explica el informe.

Por edad, los jóvenes con discapacidad son los trabajadores que menos ingresa, con una media de 11.034 euros brutos al año. Los jóvenes sin discapacidad, en cambio, ingresan casi 15.000 euros brutos. Actualmente, un trabajador con discapacidad tendría que esperar a los 45 años para tener unos ingresos brutos superiores a los 20.000 euros.