Gortázar (Caixabank) teme otros “dos o tres años” de tipos negativos y ve preciso un entorno “de más optimismo” para un crédito fuerte
- El ejecutivo dice que si la banca no restablece su reputación dejará el “terreno sembrado” a los nuevos competidores
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, apuntó este jueves que los mercados están descontando que los tipos de interés continuarán en terreno negativo varios años y, como sospecha que el crédito tardará en crecer con fuerza, considera que la banca está obligada a diversificar su actividad para lograr la necesaria rentabilidad.
Sus estimaciones las compartió durante un encuentro informativo organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) con el patrocinio de la consultora Axis Corporate, en el que resumió los retos de la banca en tres: ganar rentabilidad, mejorar la reputación y encarar la transformación tecnológica.
En cuanto a la rentabilidad indicó que el negocio tradicional se encuentra presionado como lo demuestra que, pese a que la economía ha logrado crecer en términos reales un 15% en los últimos años (a ritmos del 3% anual), el crédito ha caído en paralelo un 16%.
Al mismo tiempo, los tipos de interés llevan cinco años en negativo con lo que eso implica de pérdida para las entidades ya que gestionan depósitos de clientes sin aplicarles el coste y “los mercados de futuros indican que, al menos, nos quedan otros dos o tres años más en tipos negativos”.
Una presión que “ha minado el modelo tradicional de la banca” y va a continuar porque ni ve factible aplicar el coste a los ahorros en depósitos de clientes ni augura un retorno rápido al crecimiento del negocio crediticio.
El “proceso es desesperadamente lento”, admitió reconociendo que, aunque es “normal” que el proceso de desapalancamiento acometido por empresas y familias dada la burbuja que había, “sorprende” que “esté tardando tanto” en volver a aumentar. El banquero descartó, de hecho, que el stock de financiación vaya a crecer este año pese a sus progresiones en la producción en determinados nichos –empresas y consumo- dada la mayor amortización de deuda en hipotecas, muy superior a la nueva concesión de financiación total.
Durante su intervención apuntó, no obstante, que algún año “nos sorprenderá que el crédito está creciendo más” de lo previsto, aunque lo ligó al momento en el que el entorno macro sea de “mayor confianza y optimismo”.
Por eso abogó por que la banca diversifique su negocio y busque ser más eficiente, poniendo de ejemplo el modelo de Caixabank cuyos ingresos ya proceden en un 40% de los seguros y disfruta de cuotas de negocio en esa actividad, en fondos de pensiones y de inversión superiores a los que tiene en el negocio bancario tradicional.
En este punto indicó que el ajuste que negocia con los sindicatos de red y personal –unas 2.000 personas- era necesario para aumentar la eficiencia y ganar rentabilidad, además de adecuar la red a los nuevos hábitos de los clientes que piden atención cada vez más digital lo que aconseja ofrecer más asesoramiento en las oficinas.
En relación a esta transformación digital reconoció que los cambios van a una velocidad mayor a los que la banca está acostumbrada, pero alertó sobre la competencia que presentan los nuevos operadores si no se sabe reaccionar a tiempo.
El banquero advirtió también sobre la necesidad de trabajar para recuperar la reputación porque “no es buena” porque no se ha sabido explicar a la sociedad que las entidades que necesitaron ayudas ya no están o su gestión la llevan otras entidades que las han adquirido y porque se cometieron “errores” en la comercialización de productos como las participaciones preferentes o las cláusulas suelo hipotecarias.
“Es un problema porque llega a poner en riesgo la sostenibilidad del negocio”, alertó. Gortázar avisó que si la banca no recompone su imagen “dejaremos el terreno sembrado” a los nuevos competidores porque se habrá deteriorado la reputación del conjunto del modelo bancario y las entidades se arriesgan además a sufrir “boicots” de los consumidores o tener que aplicar normas más severas.
A su juicio el sector estaría “dejando el partido en un tres cero a los que no tengan ese modelo de negocio”, bajo riesgo de perder actividad en favor de esos operadores no bancarios.
(SERVIMEDIA)
06 Jun 2019
ECR/gja