El Padre Ángel (Mensajeros de la Paz) cree que “el mundo sería mejor con políticos capaces de dialogar”

-En su nuevo libro argumenta por qué la sociedad es mejor que la de hace años aunque apunta a la inmigración y la soledad como grandes retos pendientes

- En su opinión, hemos sido “demasiado endebles” porque no hacemos como Jesús de Nazareth, que decía las cosas “claras” a los gobernantes

MADRID
SERVIMEDIA

El fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, el Padre Ángel, sostiene que los políticos son necesarios para que prospere la sociedad: “El mundo sería mejor con buenos políticos y si somos capaces de elegir a los mejores y, después, si son capaces de dialogar. En esta sociedad hay que dialogar”. Cree que la hambruna se erradicará con iniciativas sociales y no con la política del “yo me pongo y tú te quitas".

Así lo dijo en una entrevista a Servimedia con motivo de la publicación de su nuevo libro ‘Un mundo mejor es posible’ (Alienta editorial), en el que, con datos comparativos y argumentos, muestra que el mundo es mucho mejor de lo que era hace un siglo, 20 años e incluso dos.

“Y no solamente tienen que dialogar los políticos y los gobernantes, tenemos que dialogar también en casa, con los hijos y los abuelos”, agregó, pues considera que “a veces somos muy dictadores y queremos que hagan lo que pensamos nosotros”.

El Padre Ángel lleva más de cincuenta años dedicándose a ayudar a los que más lo necesitan, como refleja este libro en el que también se da a conocer la historia de Mensajeros de la Paz, una ONG a la que tienen simpatía personas de toda condición, fruto, en gran parte, de la empatía de este sacerdote asturiano de 82 años hacia políticos de los diversos partidos.

Por eso, reconoció que tras las recientes elecciones ha hablado con “algunos” políticos: “A algunos para felicitarles y a otros para darles ánimos y darles las gracias por lo que han hecho, porque sin duda alguna hoy tenemos unos políticos mejores que los de hace cien años, y de hace 20 y cinco años, como también digo en el libro. Vamos mejorando en todo: mejores médicos, mejores abogados... Creo que los obispos y los políticos serán cada vez mejores y dejaremos un mundo mejor a nuestros hijos”.

Pero, en su opinión, “no hay que perder mucho tiempo e intentar dialogar no para conseguir un puesto, sino para intentar que una familia llegue a fin de mes y no encuentre la nevera vacía”.

“Las generaciones que vienen detrás seguro que van a ser testigo de que la pobreza y la hambruna va a desaparecer… Se nos caería la cara de vergüenza si en el siglo XXII hubiese personas que muriesen por falta de alimentos. Estoy convencido de que se va a erradicar. Y eso se hace trabajando y se hace con políticas de bienestar social y no con esta política de yo me pongo y tú te quitas”.

ABRIR PUERTAS

Durante la entrevista, el sacerdote citó en varias ocasiones al papa Francisco. “El mundo es mejor no porque esté este papa, sino porque Francisco recuerda que hay que ser más solidarios, que hay que tener los pies en la tierra, que hay que ponerse en el zapato del otro y que a veces hay que saber oler a oveja y no oler a tanto perfume”, sostuvo.

El impulsor de varias iglesias abiertas las 24 horas, la suya de Madrid, y otras en Barcelona, México DF, Roma y Buenos Aires, cree que el mundo sería mejor si, además de más parroquias sin horario, también hubiese “más farmacias, y hospitales y más restaurantes y más parques...”, pero, sobre todo, apuntó: “Tenemos que abrir las puertas de las iglesias y también las puertas de nuestras casas”.

Por ello apeló al “diálogo” y al “sentido común” porque “no podemos dejar que las personas se mueran en los mares porque han salido de esos lugares donde lo único que hay es pobreza y hambre”.

El Padre Ángel hace esa llamada al consenso en esta época que no es la mejor para la Iglesia. “En las creencias hubo un mundo mejor que fue al inicio de esta Iglesia católica, con Jesús de Nazareth, con ese Jesús que amaba y predicaba a los pobres, a los pecadores, a la gente que tenía hambre, a los enfermos… Y decía las cosas claras a las personas y a los gobernantes. En el mundo de hoy a veces hemos sido demasiado endebles, por no decir las cosas claras a nuestros políticos porque no fuera prudente”.

“En cuanto a Iglesia, este no es el momento más fuerte, en el que el catolicismo esté en la cumbre como para estar felices y orgullosos. Pero sí podemos estar felices y orgullosos de esta iglesia nuestra que ha sido pionera en obras sociales, que ha estado con los leprosos, con los enfermos de sida, de ébola y con los inmigrantes…”, destacó.

(SERVIMEDIA)
01 Jun 2019
AHP/ecr