Según la información publicada en el Diario de Cádiz a través de fuentes cercanas a la operación, la compañía no agotará el límite máximo de tala, situado en el 30%, y además compensará esa merma con la plantación de 4 árboles nuevos por cada uno que se tala, entre otras medidas tales como la plantación de un árbol adicional por cada 50 metros cuadrados construidos y el mantenimiento de los frentes de parcela con arbolado en continuidad. Una actuación que supondrá un volumen de 1.350 nuevos árboles.

A todo ello une que el desarrollo urbanístico aprobado por el Ayuntamiento de Chiclana, que concedió la licencia de obras el pasado mes de marzo, contempla unas viviendas de baja altura que se integrarán en el entorno, respetando el valor estético y natural del paraje, de la misma forma que en actuaciones precedentes. La parcela en cuestión está calificada como suelo urbano desde hace más de 20 años y es de titularidad privada.