Según detalló este miércoles la compañía, el operador así ve toda la documentación a través de hologramas que aparecen frente a él y, si lo necesita, puede recibir dicha información de forma superpuesta sobre el sistema para ayudar a identificar componentes y configuración.

Con una serie de gestos predefinidos, el operador puede interactuar con el asistente para acceder a los datos que necesita sobre configuración, esquemas de circuitos, historial de averías, revisiones previas, etc.

De la misma manera da acceso de forma inmediata a todos los datos que recogen los sensores internos o externos sobre temperatura, humedad y otros parámetros para determinar la salud de un equipo.

Las gafas le permiten además solicitar asistencia en remoto de expertos que se encuentren en cualquier lugar del mundo y compartir con ellos la visión del sistema para trabajar de forma colaborativa. Dicho asesoramiento aumenta la rapidez con la que se realizan las reparaciones, ahorrando costes asociados a desplazamientos innecesarios.

Según Indra, esta función resulta clave en los despliegues que las Fuerzas Armadas realizan en zonas remotas, cuando la comunicación se realiza mediante enlaces por satélite seguros.

La solución, que forma parte de la apuesta de Indra por llevar la Industria 4.0 a la Defensa pero también tiene potencial de aplicación en ámbitos civiles, permite adaptar el acceso a las bases de datos y la información de cada sistema al perfil de cada usuario, para ofrecerle la información que necesita.

Según la compañía, los costes de mantenimiento en los que se incurre a lo largo de todo el ciclo de vida de los sistemas y plataformas de defensa supera varias veces los de adquisición, “por lo que los recortes de costes que se pueden lograr son realmente elevados”.

Por otro lado indica que multiplica la disponibilidad de los sistemas y la seguridad de las operaciones, lo que se traduce en el caso de las Fuerzas Armadas en mayor eficacia y éxito en sus misiones.