En su carta, Rivera relata que el pasado 16 de mayo, con la detención de José Antonio Urrutikoetxea, 'Josu Ternera', se cerró "uno de los capítulos más sangrientos de nuestra historia", en una operación llamada 'Infancia Robada', lo que considera "un bonito homenaje" a Rocío Capilla, Silvia Pino, Silvia Ballarín, Miriam Barrera, Esther Barrera y Ángel Alcaraz, los seis niños asesinados en el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza, "una espina pendiente y doliente" para la Benemérita.

Rivera carga contra quienes consideran a Ternera "héroe de la retirada de ETA", en clara alusión a Jesús Eguiguren, y subraya que los españoles que defienden la democracia, el Estado de Derecho, y quienes velan por la seguridad de todos celebran "con entusiasmo" la detención de este "sanguinario terrorista".

Considera que "la valentía, profesionalidad y humanidad" de los integrantes de esa operación "no puede ser inadvertida", ya que su perseverancia y determinación ha sido clave para el éxito. Se cumplen "los creces" los requisitos para esa condecoración, añade, ya que ha sido un servicio "de trascendental importancia que ha redundado en prestigio del Cuerpo e interés de España, que por las extraordinarias cualidades puestas de manifiesto implican un mérito de carácter excepcional".

Rivera se despide con un "cordial saludo", con el deseo de que se lleve a cabo el debido reconocimiento a todos los integrantes de esa operación, "y desde el convencimiento de que la derrota final de ETA solo pasa por la entrega de todas las armas, la detención de los etarras fugados y su colaboración con la justicia para esclarecer los casi 400 casos aún sin resolver, sin contrapartida alguna para los terroristas ni los nacionalistas".