Así lo trasladan fuentes de la dirección del PP tras el primer fin de semana de caravana electoral, donde el líder nacional de los populares, Pablo Casado, ha vuelto a apelar al voto unido en torno a estas siglas para evitar dar “carta blanca” al PSOE con un nuevo fracaso en las urnas a causa de la dispersión del voto de centroderecha.

Las fuentes consultadas por Servimedia adelantan que la estrategia pasa por no prestar “nada” de atención a Vox y por remarcar que el PP es “lo que siempre ha sido”. Sostienen que los de Abascal “se retratan solos” y los que les apoyaron “con las tripas” ahora empiezan a percibir que su voto no ha servido para defender a España, como se les prometía, frente al PSOE.

Otros dirigentes incluso se aventuran a decir que el votante de Vox tras el 28-A “ya tiene una pata en el PP” y otros piden “no ir a por el que tiene que volver a casa”. “Es una moda, sí, pero le falta estructura y la clave en estas elecciones es cómo reaccionará Vox”, trasladan a Servimedia otras fuentes populares.

RESPETAR AL VOTANTE

Todos los cargos consultados coinciden en que “no hay que meterse con el votante de Vox” y hacen suya la máxima de ‘no hay mejor desprecio que no hacer aprecio’. En cualquier caso, son conscientes de que nuevamente se enfrentan a un panorama “complicado” por la fragmentación del voto y hay que ver “cómo sobreponerse” al momento álgido de Vox.

Admiten en el PP que es complicado vaticinar un resultado cuando “dependes” de lo que suban o bajen los que “en teoría están a tu lado”. Por ello, los populares ignorarán a Vox y se esmerarán en concentrar el mayor número de votantes en torno a su proyecto con críticas veladas a Ciudadanos y su “vida cómoda en la indefinición”.

En este sentido, sectores del PP comentan que hay que “asumir que Vox es circunstancial” y la nueva estrategia tiene que pasar por “competir con quien tienes que competir”, esto es, “por el espacio de Ciudadanos”. A su juicio, esto pasa por rivalizar con el PSOE por el voto de la formación naranja, tras analizar que el hundimiento histórico del 28-A se debe a que, en esencia, “se fue el centro”.

LÍDER CON MANDATO

En cualquier caso, en la dirección popular remarcan que tienen un mandato para cuatro años, pase lo que pase el 26-M, ya que Casado es el primer presidente del PP elegido en primarias con una doble vuelta. “Tenemos cuatro años de trabajo brutal por delante, salvemos lo que salvemos”, aseguran.

En el PP se escudan en “la herencia recibida” para explicar buena parte de la situación actual y repiten que han venido para “reconstruir” el partido y así lo harán con independencia del resultado que arrojen las urnas en estos nuevos comicios.

Es más, en la dirección no prevén "ningún" movimiento importante a nivel interno tras el 26-M y precisan que, de haberlos, los cuchillos serán “de plástico”. Insisten en que hace falta tiempo para “cambiar las cosas” y que el suyo es “absolutamente un proyecto a largo plazo".