Colau cerró el acto electoral que Barcelona en Comú, su candidatura, celebró en la Plaza Ángel Pestanya del barrio obrero de Nou Barris, ante unos mil asistentes. Contó con el apoyo del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que, como avanzó ayer Servimedia, volverá a Barcelona el próximo domingo 19 para un acto central de campaña que se plantea con doble jornada de mañana y tarde. En él intervendrá también el coordinador federal de IU, Alberto Garzón.

Colau comenzó agradeciendo a Iglesias su “pelea con todas las adversidades, cloacas e Ibex en contra”, frente a las cuales se jactó de estar “abriendo camino con la fuerza de la gente”. También le dio las gracias por “defender lo que pasó el 28 de abril”, día de las elecciones generales, cuando, como había postulado él, “fue la gente de los barrios la que paró a la derecha y a la extrema derecha”. Más tarde puso en valor que Nou Barris es “ejemplo de la ciudad real” y afirmó que Barcelona no sería la ciudad mundialmente admirada que es “si no fuera por que la gente trabajadora ha luchado por sus conquistas”.

Ahora, ante la nueva cita con las urnas, Colau subrayó que “la gente no puede bajar los brazos”, porque “necesitamos gobiernos progresistas” que defiendan a la mayoría social y “acabar con la testosterona” de los últimos años; ésta fue la única referencia, velada, que hizo al pulso entre el Gobierno español y el catalán por el proceso independentista, ante el que ella, y también Podemos, han abogado siempre por el diálogo desde una crítica doble al PP y a los secesionistas.

Además, advirtió al PSOE de que el 28 de abril “tuvo muchos prestados”, que es la interpretación que han venido formulando desde el entorno de Podemos a la gran victoria del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, tras haberse presentado como alternativa a un Ejecutivo del PP, Ciudadanos y Vox.

Ante la nueva cita con las urnas, fue ella quien reclamó para sí ese voto refugio como opción mayoritaria de la izquierda que ha sido en Barcelona en la última legislatura. “Necesitamos concentrar el voto progresista”, invocó, criticando a ERC su oposición a la funeraria pública en la ciudad y a los “Presupuestos más sociales” en el Congreso de los Diputados, y que gobierne en la Generalitat junto a “la derecha corrupta de Cataluña que ha protagonizado los peores recortes sociales”.

“Yo esto no lo entiendo”, aseguró. “Le pido a ER que recapacite, que recuerde que es de izquierdas y que deje e decir que pactará con (la candidata del PDECat, Elsa) Artadi, que tiene un modelo opuesto”.

Igualmente, criticó a su otro rival del espectro progresista, el PSC, y en concreto “que diga que su principal objetivo es echar a Colau y a Barcelona en Comú”. “Quo vadis, PSC? ¿Eso es ser de izquierdas?”, le interpeló, preguntando al cabeza de lista socialista Jaume Collboni, si va a pactar con Manuel Valls, “el candidato de las élites” al que apoya Ciudadanos. Así, terminó espetándole en referencia a los gritos de los militantes del PSOE en Ferraz la noche electoral: “Con Rivera no, y con Valls tampoco”. La alcaldesa se mostró convencida de poder disuadir a Collboni de ese hipotético pacto, pero avisó de que “pero para eso necesitamos más fuerza que hace cuatro años; lo dejamos en vuestras manos”.