En una nota de prensa, la OCU sostiene que es necesario revisar la fiscalidad que soporta la factura eléctrica.

Así, por una parte, pide que se aplique un IVA reducido a la electricidad, ya que se trata de un servicio de primera necesidad y el tipo impositivo del 21% debería revisarse a la baja.

A este respecto, explica que un hogar tipo paga de media 815 euros al año, de los cuales 141 euros corresponden al IVA. Por ello, reducir el IVA al tipo 10% supondría un ahorro en la factura de 67 euros al año (5,6 euros al mes).

La OCU pide también la eliminación del Impuesto de la Electricidad, que penaliza la factura en otro 5,11% y que, pese a crearse para financiar las ayudas al carbón, desde hace años es un impuesto destinado a financiar las comunidades autónomas.

En concusión, pide al nuevo Gobierno “valentía y firmeza para reformar el mercado eléctrico” y que “no siga la senda de gobiernos anteriores que o bien no han hecho nada, o se han limitado a parchear el mercado eléctrico con medidas cosméticas, sin apenas efecto en la factura de los consumidores”.