Energía
Villaseca (Naturgy) denuncia “el carácter básicamente recaudatorio” de la fiscalidad medioambiental en España
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El presidente de la Fundación Naturgy, Rafael Villaseca, denunció este jueves “el carácter básicamente recaudatorio de los impuestos medioambientales en España y señaló que “la fiscalidad energética actual no se destina siempre de forma prioritaria a resolver los problemas energéticos y ambientales que dieron lugar al impuesto”.
Así se expresó Villaseca en la presentación de un nuevo estudio de la Fundación Naturgy, ‘La fiscalidad energética. Sentido, objetivos y criterios’, elaborado por el fiscalista Juan Carpizo y las abogadas especializadas en fiscalidad Eugenia Montaña y Teresa Checa.
Dicho estudio concluye que un tributo medioambiental debe tener carácter finalista, esto es, los ingresos obtenidos por la recaudación del mismo deben destinarse a financiar gastos para la mejora y protección del medio ambiente.
La publicación aporta datos para poder valorar si el destino de lo recaudado es más o menos finalista. “De la compilación y la evaluación realizada en el estudio, se deduce que “no podemos encontrar ningún impuesto cuyo objetivo prioritario sea incidir en la reducción de comportamientos contaminantes o en el fomento de un uso energético más eficiente”.
Por otro lado, el estudio señala que, según Eurostat, los impuestos sobre la energía representan más de las tres cuartas partes de los ingresos totales procedentes de los impuestos medioambientales (76,9%), muy por delante de los impuestos sobre el transporte (19,7%) y sobre la contaminación y los recursos (3,4%).
Del análisis comparativo entre diferentes países, el estudio destaca “el uso de incentivos en algunos países para el fomento de energías más limpias y la disminución de emisiones contaminantes, en lugar de utilizar únicamente el mecanismo de imposición”.
Es el caso, por ejemplo, de Finlandia, donde se prevé la devolución del impuesto especial para la energía renovable “como medio para fomentar este tipo de fuente de producción”. O el de Alemania, donde están exentos del pago del impuesto sobre la energía la electricidad producida por energía eólica, solar,
geotérmica o biomasa, o la producida por centrales hidroeléctricas de más de 10megavatios (MW).
Otra de las constataciones del libro es que “en España no hay uniformidad en cuanto a las reglas de los tributos medioambientales, ya que, en función del territorio o comunidad autónoma donde se ejerza la actividad y se pueda contaminar, se abonará o no un impuesto ecológico".
(SERVIMEDIA)
09 Mayo 2019
JBM/gja