Fuentes de la compañía señalaron que aquellas oportunidades que surjan en los mercados en los que está presente se analizarán. En el caso particular de España consideraron que aunque es un mercado inestable, si surgen oportunidades también se estudiarán. Además, apuntaron que están ilusionados con el futuro del inmobiliario, en el que están llevando a cabo un desarrollo importante.

La compañía celebró este miércoles su Junta General de Accionistas, en la que el consejero delegado de FCC, Pablo Colio, destacó que para 2019 se espera un crecimiento “moderado” de la actividad de la compañía en España por nuevos logros y los contratos que ya están en cartera, mientras que en Reino Unido prevé una “ralentización” por las incertidumbres derivadas del ‘Brexit’, aunque el “buen posicionamiento” de la filial en ese país “nos hace ser optimistas” de cara al futuro. En Estados Unidos, la compañía ve un “alto potencial” de desarrollo.

Colio destacó que el sector se encuentra en un proceso de “transformación profunda” por las exigencias regulatorias gubernamentales y por la concentración empresarial.

Por áreas, en agua FCC espera mantener sus concesiones en España aunque cree que podrían producirse nuevas contrataciones, mientras en Estados Unidos espera nuevos proyectos. En construcción, para España estima un crecimiento “limitado” y una cifra de negocio similar o “ligeramente superior” a la de 2018.

En el caso de Cementos Portland, filial de FCC, Colio apuntó que en España se prevé un avance “moderado” de la inversión pública, una recuperación de la edificación y la actividad constructora, lo que repercutirá en un mayor consumo de cemento, después de que éste creciera un 8% el año pasado.

Para 2019, Cementos Portland “continuará con sus políticas de contención del gasto y optimización de inversiones, así como adecuación de todas las estructuras organizativas a la evolución de los distintos mercados”, según la compañía.

Por su parte, la presidenta de FCC, Esther Alcocer Koplowitz, destacó que 2018 ha supuesto un “importante y positivo punto de inflexión” para la compañía, al ganar 251,6 millones de euros, un 113,2% más que en 2017, por el buen comportamiento de las actividades de explotación, menores gastos financieros y mayor aportación de sociedades participadas. La compañía también logró reducir su deuda financiera neta un 24,8% por el cierre de la venta del 49% de Aqualia al fondo IFM.

La máxima responsable de FCC destacó que los resultados “nos confirman la vuelta a la rentabilidad, tras un profundo saneamiento realizado por el liderazgo accionarial y de gestión de Carlos Slim”, el accionista mayoritario.

DIVIDENDO

La Junta de Accionistas aprobó todos los puntos del orden del día, entre ellos, la recuperación del dividendo, suspendido desde 2013 por la delicada situación financiera de la empresa, con un reparto de 0,40 euros brutos por acción a través del ‘script dividend’ o dividendo flexible.

Ante las dudas de un accionista sobre el mantenimiento de esta retribución en los próximos ejercicios, el consejero delegado manifestó que “esperamos que en el futuro podamos continuar haciéndolo, año tras año” y se remitió a las palabras de Slim, quien ya dijo que el reparto de dividendo se haría cuando fuera posible.

Colio explicó que esta retribución al accionista no se recuperó el año anterior, cuando en 2017 se registraron beneficios, por considerar que “era pronto dar por andado un camino que era duro, que es hacer que una empresa consiga ser rentable recurrentemente”. Sin embargo, “este año se ha considerado que la situación financiera del grupo y los resultados son lo suficientemente sólidos para que esto se produzca”.

Otro de los puntos aprobados fue la reorganización dentro del grupo de los servicios medioambientales, traspasando la actividad de medioambiente que reside en la matriz de FCC a la filial de Medio Ambiente. Ante las inquietudes de un accionista, Colio aclaró que este movimiento no tiene que ver con una posible venta futura de la filial de Medio Ambiente y aseguró que los trabajadores afectados por esta reorganización van a conservar sus derechos laborales.

OPA DE CEMENTOS PORTLAND

Los accionistas también preguntaron por la sentencia que obliga a recalcular el precio de opa de exclusión formulada en 2016 por FCC sobre Cementos Portland Valderrivas. El grupo constructor ofreció seis euros por acción frente a los 10,29 euros que estima que valía el accionista minoritario que ha llevado la operación a los tribunales, valiéndose para ello de un cálculo encargado a la consultora Akerton.

El consejero delegado señaló que FCC no comparte los argumentos esgrimidos y considera que la fijación del precio fue “absolutamente transparente y ajustado a los mecanismos en el mercado y ofreció todas las garantías de independencia en una operación de este tipo”. Por ello, recurrirá el fallo.