Así lo explicó Passa en la conferencia con analistas sobre los resultados de la compañía en el primer trimestre de 2019, cuentas en las que todavía no se ha contabilizado este efecto.

A este respecto, indicó que Endesa no empezará a contabilizar este impacto negativo en las amortizaciones hasta que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima no haya recibido el visto bueno definitivo de la Comisión Europea.

En su conjunto, el calendario de cierre fijado para todas las centrales españolas entre 2027 y 2035 tendrá un impacto contable para Endesa cercano a los 50 millones de euros, ya que de cumplirse lo establecido en el plan las centrales cerrarán con una vida útil media de 46 años, frente a los 50 reflejados en la contabilidad de la eléctrica.

Por otro lado, Passa fue preguntado por si Endesa espera que el nuevo Gobierno elimine definitivamente el impuesto del 7% a la generación eléctrica, tributo que ha estado suspendido entre octubre y abril.

Para Passa, no resulta probable que el Ejecutivo decida eliminar dicho impuesto, ya que considera que fue una respuesta coyuntural a un momento en que se produjo una subida muy importante del precio de la electricidad.

Por su parte, en referencia al nuevo Gobierno, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, explicó que sus expectativas son que no se produzcan cambios sustanciales en la política energética, ya que además están en línea con los mandatos de la Comisión Europea.