Rivera propone cuatro pactos de Estado a Sánchez para que España siga "en pie"
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El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, propuso este martes al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, cuatro pactos de Estado en educación, despoblación, inmigración y lucha contra el terrorismo, con el objetivo de asegurar que España "sigue en pie" no solo a corto plazo sino a medio, cuando pase la etapa de gobierno de los socialistas con populistas y separatistas.
Lo explicó en rueda de prensa en La Moncloa después de apenas 50 minutos de reunión con Sánchez, la primera que ambos mantienen desde la moción de censura que llevó a los socialistas al gobierno y en la que Rivera expresó al presidente su intención de liderar una oposición "firme" para "controlar y vigilar" la gestión del PSOE pero a la vez "leal con los españoles y con sentido de Estado".
Rivera explicó que dio la enhorabuena a Sánchez como vencedor de las elecciones y asume que es quien tiene la obligación de someterse al debate de investidura, pero dejó claro que en ningún caso facilitará esa elección porque entiende que el mandato de las urnas es que Ciudadanos ejerza una oposición "sin mochilas, sin complejos, libre, sin corrupción", eso sí, que aspira a gobernar en la siguiente legislatura. Mientras, consideró que su deber será "proteger" a los españoles de los "desmanes" en los que puedan incurrir el PSOE y sus potenciales socios.
DISCREPANCIAS
Una de sus principales discrepancias es en materia territorial, ya que Rivera insistió ante Sánchez en la necesidad de requerir al presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, para que cumpla la Constitución y, en caso contrario, aplicar el artículo 155, mientras que el Gobierno "no es partidario". Pese a ello, la "primera mano tendida" de Ciudadanos es ofrecer sus diputados y senadores para ese objetivo.
Aunque la autorización para aplicar ese precepto constitucional corresponde al Senado, donde el PSOE cuenta con la mayoría absoluta, Rivera subrayó que "cuantos más seamos, mejor", y se ofreció a Sánchez para que le llame "al minuto" en caso de considerar necesario tomar alguna medida.
Otra gran discrepancia es en materia económica, donde los programas son casi "antagónicos", ya que Sánchez quiere "machacar a impuestos" a las clases medias y "escondió" hasta después de las elecciones una subida "masiva" que sí ha reconocido ante la Comisión Europea.
En ambas materias, territorial y económica, Ciudadanos se dispone a "controlar" y "vigilar" al Gobierno, pero también Rivera garantizó a Sánchez una oposición "leal con los españoles", que se materializará en cuatro posibles pactos de Estado en ámbitos "que no tienen ideología", el primero de ellos la educación para no aprobar más "parches" sino un modelo que sirva a una generación al margen de los gobiernos de turno.
El segundo ámbito para esos pactos es la despoblación, un problema "vital" para España que Ciudadanos quiere atajar desde una comisión parlamentaria. El tercero es la inmigración, para regular y agilizar los flujos legales al tiempo que se combate a las mafias. "No es un asunto para tirárselo por la cabeza", alertó, sino para liderar medidas en la Unión Europea.
El cuarto ámbito es la lucha contra el terrorismo, en la que Ciudadanos quiere prestar su apoyo al Gobierno en caso de que sea necesario modificar la legislación o "endurecer" algunas medidas.
ESPAÑA SIGUE "EN MARCHA"
Se podrían sumar más materias, reconoció después Rivera, como la transición ecológica o la violencia machista, en la que ya hay un acuerdo que debe ser ejecutado.
Su objetivo no es solo "controlar" al Gobierno, sino asegurar que España sigue "en marcha" más allá de la legislatura que ahora comienza. De hecho, dijo en un momento de su comparecencia, se trata de que cuando Ciudadanos llegue al Gobierno esos acuerdos ya estén encauzados.
Rivera no quiso responder abiertamente a la sugerencia del líder del PP, Pablo Casado, para que Ciudadanos se abstenga en la investidura de Pedro Sánchez, por entender que "bastante tiene con lo que tiene para que yo le meta el dedo en el ojo". Afirmó, sin embargo, que un líder de la oposición controla al Gobierno, no se dedica a "comentar lo que tiene que hacer otro pero no hacerlo".
Descartó, además, que su posición pueda variar en función del resultado de las elecciones autonómicas y municipales en caso de que Ciudadanos necesite el apoyo del PSOE en alguna región, ya que España "no es un álbum de cromos" y su partido saldrá "a ganar" y a superar a los dos grandes partidos, como ya ha hecho con el PP en cinco comunidades.
Rivera insistió en su objetivo: "cuando gobernemos este país tiene que seguir en pie", y anunció que la próxima semana Ciudadanos empezará a desgranar las líneas maestras de su oposición en el Parlamento, con un objetivo no solo a corto plazo, sino a medio para el futuro de España.
Una cosa es no apoyar la investidura de Sánchez, precisó, y otra ignorar que hay asuntos "que están por encima de la ideología y de las siglas de partido" y que deben salir de la agenda partidista para "meterlos en la agenda de España".
Precisó que no hubo lugar en la conversación para que Sánchez le pidiera su apoyo porque desde un primer momento Rivera se ubicó en la oposición a su gobierno, pero sí reconoció que la actitud fue "sincera". Sin querer ejercer de portavoz del presidente en funciones, mantuvo su convicción de que el futuro Ejecutivo está ya "hecho" con Podemos, aunque no se materialice hasta después de los comicios autonómicos y municipales del 26 de mayo.
En la reunión tampoco hablaron de los posibles indultos a los líderes independentistas que puedan ser condenados, aunque también en ese ámbito Rivera se mostró convencido de que Sánchez tiene intención de aprobar esos indultos, mientras que Ciudadanos defenderá lo que decidan los tribunales sin pretensión de "modificar el sentido de las sentencias".
(SERVIMEDIA)
07 Mayo 2019
CLC/MML/caa/gja