Juicio de Bankia
Aríztegui reconoce que conminó a Bancaja a fusionarse con Caja Madrid para pedir ayudas y evitar problemas futuros
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El exsubgobernador del Banco de España Javier Aríztegui reconoció este lunes que conminó al presidente de Bancaja, José Luis Olivas, a negociar con Rodrigo Rato una fusión con Caja Madrid para que pudiesen pedir ayudas y evitar problemas futuros.
Les dijo que Bancaja “tiene una estructura que si la crisis se sigue agudizando, agudizando, agudizando, puede estar en peligro. En aquel momento tenía liquidez, solvencia y estaba sana, y superaba todos los requisitos”, relató durante su declaración en calidad de testigo en el juicio que celebra la Audiencia Nacional sobre la salida a Bolsa del banco.
Aríztegui indicó que Europa, contraria a dar ayudas normalmente, había establecido de manera excepcional y dada la crisis la posibilidad de que las entidades viables pudiesen recibir recursos públicos si se integraban y presentaban un proyecto de reestructuración que mejorase su eficiencia.
Dicha ventana propició una interlocución entre todas las entidades –“había procesos de novios y novias para todos”, dijo-. Pero Bancaja se resistía a ir a una integración defendiendo la viabilidad de su proyecto y Caja Madrid acabó proponiendo la integración con cinco pequeñas cajas, tras frustrarse negociaciones previas con la CM o Caixa Galicia.
Sin embargo, la unión de Caja Madrid con las pequeñas cajas Laietana, de Canarias, Segovia, Rioja y Ávila no permitía solicitar ayuda porque Europa exigía que cualquier unión debía engordar en, al menos, un 25% el tamaño de la entidad más grande y no se daba tal supuesto.
En este punto recordó que Caja Madrid y Bancaja ya habían tenido un primer intento de acercamiento cuando Miguel Blesa presidía la entidad y sabía por Rodrigo Rato que había intentado, sin éxito, retomarlo con Olivas.
Aríztegui explicó que aconsejó a Olivas hablar con Rato para no perder la ventana de ayudas y para evitar futuros problemas, ya que, aunque Bancaja era solvente en ese momento, tenía una exposición elevada al mundo inmobiliario, donde “se había paralizado el sector promotor”, y una dependencia alta a un mercado mayorista que se había cerrado, lo que hacía presagiar que “podría tener dificultad en el futuro”.
“No nos parece prudente (seguir solo). Piénsatelo”, le planteó Aríztegui, quien reconoció que también intervino el gobernador del Banco de España para pedirle que se lo replantease ante su renuencia. “No era una amenaza del tipo ‘te voy a disparar’ o cosas parecidas, sino recapacita y piensa tu situación”, indicó.
Tras recibir la aceptación de Olivas relató que se ofreció a llamar al instante a Rato “porque el tiempo empieza a quedarse corto”, y los dejó conversando en su propio despacho sobre una operación que, según refirió, acordaron en sus propios términos y sin que los impusiese el Banco de España.
(SERVIMEDIA)
06 Mayo 2019
ECR/caa