Así se manifestó Trias ante la sala del Tribunal Supremo que juzga a los líderes del independentismo por la convocatoria y celebración del 1-O. Durante su declaración, a preguntas del letrado Francesc Homs, relató que el 20 de septiembre, tras conocer que habían intentado entrar en la sede de la CUP sin autorización judicial, acudió al Ayuntamiento, donde le dijo a Alfred Bosch, actual consejero de Acción Exterior de la Generalitat: “Creo que tenemos que ir a la sede de la CUP a manifestarles nuestro apoyo”.

Posteriormente, destacó, consideraron que tenían que hacer lo mismo respecto a los registros en la sede de Economía, ya que quería trasdar su “afecto” y su “apoyo total”. “Yo sé lo que es verse en esa situación y que te difamen”, agregó.

Allí llegó sobre las 18.00 horas. “Había muchísima gente, pero había un cordón que mantenía el orden para poder llegar hasta la puerta”, dijo, así que, a través del cordón de voluntarios, avanzó hasta la entrada de la consejería. Fue entonces cuando le comentaron que era mejor no entrar, así que decidió quedarse allí hasta las 22.00 horas, cuando decidió marcharse, ya que “si no podía ver a los directivos de Economía no tenía sentido que siguiese allí”.

A su juicio, la gente estaba “tranquila, en una actitud de reivindicación y sobre todo pacífica”. En la puerta la gente estaba “preocupada”, apuntó. Una persona, cuya identidad no recordaba, le comentó que era “preocupante” que hubiesen dejado vehículos con armas en la entrada. “Vi dos coches, sobre los cuales había periodistas haciendo fotos”, comentó.

En la puerta había agentes de los Mossos d’Esquadra y de la Guardia Civil, detalló, pero rechazó que les lanzaran objetos o les increparan de forma violenta: “Había gritos, cánticos, se cantaba L’estaca…”, pero la concentración, insistió, fue “pacífica”. De hecho, continuó, la preocupación era “que nadie haga una tontería”, algo que, comentó, es común en todas las manifestaciones: “que no salga un descontrolado y haga una tontería”.

Sobre este asunto, subrayó que “la actitud de los dirigentes siempre es una actitud de exceso de insistir que nadie haga tonterías y de ir con cuidado de que no entre gente con una voluntad contraria”. Antes de irse, resaltó, vio a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart dirigirse a la gente pidiendo “calma” y mantener el “orden”. “Si veis a alguien que pueda ser un provocador, avisad”, indicaron. De esta manera concluyó la breve declaración del exalcalde de Barcelona, que no fue preguntado ni por la Fiscalía, ni por la Abogacía General del Estado, ni por Vox. El juicio se reanudará a las 16.00 horas.