Así se pronunció a las puertas de la sede nacional del PP, antes de participar en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional convocada por el presidente de su formación, Pablo Casado, para analizar los resultados de las elecciones generales del 28-A que llevaron a la formación a su mayor derrumbe de la historia.

“Yo cuando me presento a las elecciones es para ganar, para jugar el partido y quiero llevarme todos los puntos. A partir de ahí ya veremos”, dijo cuando se le preguntó si abriría las puertas a Vox en un futuro Gobierno. “Queremos hacer una oferta desde la moderación, desde el centro de la política a todas las personas del centro y la derecha”, añadió.

Tras admitir que el resultado del 28-A “ni es el esperado ni el que pretendíamos con el esfuerzo hecho”, se centró en hablar de Castilla y León. Trasladó que “esto no va a volver a ocurrir”. “Ya hoy son conscientes muchos votantes de que la división perjudica a la alternativa del centro-derecha”, analizó, y presumió de “modelo de éxito” en su tierra.

Preguntado por si considera que la presencia de Casado en campaña le puede perjudicar, afirmó que “eso no tiene sentido contestarlo siquiera”. “Tengo que poner en valor algo muy importante: Casado es de Castilla y León y es nuestro presidente nacional”, remachó Mañueco.