Así se desprende del análisis publicado por la fundación de Aznar tras las comicios generales de este domingo en los que el PP, bajo el nuevo liderazgo de Pablo Casado, ha sufrido una debacle histórica al recabar solo 66 parlamentarios en el Congreso y perder el control del Senado.

“La necesidad de abordar la reconstitución del centroderecha se hace ahora prioritaria”, subraya FAES, y recomienda plantearla en términos “exigentes” para recuperar los votantes de un “gran espacio político” que tenga opciones de volver a ser mayoría efectiva y pueda apelar a un amplio rango generacional y a las clases medias “heridas por la crisis y la desconfianza”.

En su reflexión postelectoral, titulada ‘La derecha de Sísifo’, FAES alerta de que los resultados de los comicios generales del 28-A presentan un escenario “extremadamente preocupante para España” porque los “extremismos” amplían su representación parlamentaria gracias a “la radicalidad sembrada por el PSOE”.

Con la fórmula de Gobierno establecida por el PSOE en los últimos meses de mandato de Pedro Sánchez, indica la organización de Aznar, “ninguno de los problemas” que encara el país son susceptibles de mejorar −pasando por la defensa del marco de convivencia, el futuro económico, el modelo de bienestar o la posición internacional−.

Lamentan desde FAES que esta fórmula de Gobierno se haya “reforzado” y lo haya hecho “con mayor comodidad” para el PSOE, que ha logrado escalar hasta los 123 escaños. “La satisfacción del PSOE la pueden compartir desde los responsables del golpe contra la democracia en Cataluña hasta los que no condenan ni piensan condenar el terrorismo de ETA”, opinan.

PUGNA CENTRODERECHA

Piensan que se explica “peor” que los partidos nuevos que decían querer “echar a Sánchez”, en alusión a Ciudadanos y Vox, celebren “la frustración de su objetivo” aunque hayan mejorado en el caso de la formación naranja los resultados con respecto a 2016 y en el caso de los de Santiago Abascal hayan logrado irrumpir en el Congreso de los Diputados.

Creen que esas celebraciones se pueden explicar si se entiende que estas elecciones se han planteado en realidad como “como una pugna” por el liderazgo del centroderecha, en vez de como un “esfuerzo real” para conseguir democráticamente desalojar del poder a Pedro Sánchez.

Estos resultados deben entenderse, dicen, por la fragmentación del centro y de la derecha que “ha allanado totalmente el camino” para que Sánchez continúe instalado en el Palacio de La Moncloa.

Consideran en FAES especialmente paradigmáticos de esta “absurda y suicida canibalización en la que se ha instalado el centro derecha” los casos del País Vasco y Cataluña. En el primer caso, el PP no ha logrado ni un solo escaño; y, en el segundo, tan solo ha conseguido el de Cayetana Álvarez de Toledo. “No basta con expresar los deseos de echar a Sánchez o a cualquier otro adversario. Además de los fines hay que saber elegir los medios”, advierten.

“Ni las opciones son intercambiables ni da igual votar a uno u otro, sencillamente porque la fragmentación no suma y no sumará”, avisan, antes de remarcar que si lo que se ofrece por un lado es “el resistencialismo estéril” y, por el otro, el “tacticismo oscilante”, la izquierda y los nacionalistas pueden contemplar el futuro “con tranquilidad”.

Así las cosas, aseveran que la fragmentación en el centroderecha es “la receta del fracaso”. “La dispersión penaliza sin remedio; la suma, beneficia”, sintetizan, al tiempo que piden abordar la reconstitución del centroderecha de forma “prioritaria”. No ven “ninguna razón” para que una España “moderada, constitucional y tolerante” tenga que “sentirse como minoría perdedora” cuando “no lo es”.

No existen esas razones, concluye FAES, salvo que esa España “siga dispuesta a condenarse a ello elección tras elección desperdiciando sus votos por ignorancia temeraria de las reglas del juego electoral y de la fuerza de la unidad”.