El banquero efectuó esta valoración durante la presentación de los resultados trimestrales del banco al ser cuestionado sobre los los comicios que han dado la victoria al PSOE con 123 diputados en el Congreso, con los que podrá seguir al frente de La Moncloa si logra el apoyo para la investidura de Unidas Podemos y Esquerra Republicana de Catalunya, o alternativamente de Ciudadanos.

Sevilla quiso ser cauto y no entrar en valoraciones políticas ni expedir un recetario sobre las medidas para favorecer la actividad económica, aunque sí apuntó a la necesidad de continuar con la reducción del déficit y la deuda pública. “Esto es uno de los logros de los últimos días y tenemos que seguir con ese objetivo”, defendió.

Al ser cuestionado sobre potenciales coaliciones de gobernabilidad en las que eludió entrar, sí afirmó que “tenemos que acostumbrarnos” a que tenemos un parlamento más fragmentado y con más grupos políticos, por lo que “la política de acuerdos y pactos se vuelve muchísimo más relevante de lo que era”.

El nuevo Gobierno tendrá que decidir sobre la privatización del 61,4% que el Estado posee de Bankia a través del Fondo de Resolución Ordenada Bancaria (Frob) y que Unidas Podemos exige no enajenar para contar con un banco público.

Sevilla, quién desveló no haberse reunido con responsables de Unidas Podemos para tratar sobre la entidad, mostró su confianza en que “podamos ver privatizaciones adicionales de la entidad” de aquí a 2021, plazo máximo establecido para que el Estado encuentre su relevo en el accionariado.

El banquero refirió que "lo razonable" es que el futuro Gobierno continúe el proceso de venta de paquetes accionariales del banco aunque para ejecutar las desinversiones se “necesita que haya también oportunidades de mercado” y es algo que no se da actualmente porque la cotización de la entidad se encuentra “muy penalizada”. Según aseveró en lo que sí hay “consenso” es en que la cotización “no refleja el precio a medio plazo de la entidad”.

El consejero delegado de Bankia no quiso elucubrar sobre cuándo ni cómo deberían acometerse nuevas desinversiones de la entidad, dejando claro que esa estrategia compete al Frob, mientras que la misión de los ejecutivos del banco es “gestionar” la entidad “sobre la base de la creación de valor para el accionista y para los contribuyentes”.

Sevilla celebro que dicho mandato ha estado vigente con los Gobiernos diferentes del PP y PSOE, con los que dijo que las relaciones han sido “estupendas” y los gestores han podido desarrollar su cometido “con total independencia” y sin sufrir injerencias.