CEAV indicó en una nota que las reservas turísticas han aumentado respecto a 2018 beneficiadas por las fechas en que se ha celebrado la festividad, ya que este año la Semana Santa ha tenido lugar en abril y el pasado en marzo.

Respecto a los destinos más demandados, los españoles han optado mayoritariamente por viajar dentro del país, en mucho casos a destinos tradicionales en estas fechas como Sevilla, Málaga o Córdoba, que han llegado al 100% de ocupación, pero también Canarias, Baleares, las zonas de turismo de interior y la cornisa cantábrica. Mientras que los que se han desplazado al extranjero han elegido capitales europeas, los destinos del norte de África o Estados Unidos.

Como consecuencia de la mala climatología que ha acompañado durante los días de esta festividad se han producido cancelaciones de último momento en zonas de sol y playa de la península, sobre todo de turistas que utilizaban sus propios medios para desplazarse, al ser más fácil cancelar el viaje. Mientras que en el caso de Canarias y Baleares no se ha notado tanto, debido a que en la mayoría de los casos no se pueden realizar anulaciones al depender más del transporte aéreo para viajar, señalan desde la CEAV.

A pesar de ello, “se han cumplido las previsiones de ocupación, situándose entre el 77% y el 80%”, ha destacado el presidente de la CEAV, Rafael Gallego. Además, crece el turismo nacional frente a la llegada de turistas extranjeros. Un escenario que parece va a mantenerse de cara al próximo verano.

Según las propias previsiones que hace la confederación, “la caída de turistas de mercados tradicionales atraídos por el precio de nuevos destinos de sol y playa, la aparición de nuevos actores como Israel que están bonificando a compañías aéreas por llevar turistas a sus costas y la climatología serán factores determinantes de cara a la campaña estival”.