Durante su declaración como testigo ante la sala del Tribunal Supremo que juzga a los líderes independentistas por la convocatoria y celebración del 1-O, el jefe del área de Mediación de los Mossos relató que el 20-S estuvo presente en la Conselleria de Economía, desde las 22.00 horas hasta pasadas las 3.30 horas. Durante este tiempo, explicó, se reunió con Cuixart y Sànchez en varias ocasiones. “Se les indica que hagan todo lo posible para desconvocar y ellos colaboran en todo lo que pueden”, apuntó.

“Todas las conversaciones se centraron en la desconvocatoria y en el manteamiento del pasillo de voluntarios para aprovecharlo por el dispositivo de seguridad”, continuó. Así, agregó, “salen y se les oye dirigirse a los concentrados y, a partir de ahí, se aprecia de una manera notable la disminución de gente, pero no todo el mundo quiere seguir las indicaciones”.

En este sentido, subrayó que “durante todos estos días había una carga emocional elevadísima en todos los concentradas”, de manera que “pretender que todos siguieran las indicaciones de dos personas que se dirigían a ellos era difícil”.

Respecto a la salida de la Letrada de la Administración de Justicia (LAJ) a través del pasillo de voluntarios, que finalmente fue rechazada, el testigo precisó que era “totalmente viable” con un dispositivo de seguridad de los grupos de la Brigada Móvil y con la veintena de escoltas que estaban destinados a dar seguridad a la comitiva judicial. “La dificultad era que requería un cierto tiempo” y, en cambio, añadió, “la salida por la segunda planta era inmediata”.