“No es no, siempre es no, frente a lo que diga la derecha, y si no hay un sí es siempre es un no”, sentenció durante el mitin que celebraron los socialistas de Baleares en el Palacio de Congresos de Palma en un aforo de 1.500 personas –que se cerró por motivos de seguridad-, dejando fuera a un centenar de personas que siguieron el acto por altavoces. Al término del mitin, Sánchez y la presidenta de Baleares, Francina Armengol, salieron a saludarles.

Sánchez hizo referencia al debate ‘a seis’ que emitió ayer, martes, por la noche TVE y, en concreto, a lo que “decía” la candidata del Partido Popular por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, quién puso en cuestión la reforma de los delitos sexuales que plantean los socialistas sobre el consentimiento.

ENTRA EN CAMPAÑA

Con este gesto es la primera vez que Sánchez entra en la campaña y replica directamente una actitud del Partido Popular. Ya había dirigentes socialistas que temían que Sánchez hiciera como Susana Díaz en las pasadas andaluzas, una estrategia muy individual, y acabara por quedarse "fuera" de la campaña.

Fuentes socialistas señalaron que la actitud de la candidata popular fue “indecente” y lamentaron tener que estar defendiendo cuestiones que creían ya superadas.

Durante su intervención, ante un auditorio bastante entregado y que hacía tiempo que los socialistas baleares no lograban –según admitieron fuentes del PSIB-PSOE-, el presidente apuntó que los “insultos” que le dedica Pablo Casado muestran que no tiene “ninguna razón ni argumentos".

La sola mención del líder del PP provocó una sonora pitada que permitió al presidente criticar que Casado le haya llamado “golpista”, entre otros insultos, e incluso “felón”. Eso, dijo, “me pilló desprevenido, porque que te llamen felón en política es algo que no te esperas”.

A la hora de repasar su acción de gobierno en estos últimos meses y el proyecto de futuro, Sánchez admitió que han quedado cosas pendientes, como la ley de eutanasia o la derogación de la llamada ‘ley mordaza’, y avanzó que la próxima legislatura será la de la educación y la del cambio climático.

“Estoy comprometido hasta las trancas", dijo, "en la mitigación y adaptación del cambio climático" y en hacer que en 2050 “nuestra economía sea neutra en C02”. “El verde tiene que ser el rojo de la socialdemocracia del siglo XXI”, remachó.