Iglesias cerró un acto de campaña en el pequeño municipio riojano de Nalda en el que, más que desgranar las medidas del programa de Unidas Podemos para la denominada “España vaciada”, dijo que el mundo rural es el principal perjudicado de que los artículos de la Constitución que recogen los derechos sociales, el sistema impositivo y el de pensiones no se cumplan.

Pero su mensaje más potente y novedoso fue esta confesión sobre su negociación con el Ejecutivo de Pedro Sánchez: “Nos han tomado el pelo porque no estábamos en el Gobierno”, reconoció. “Tienen tus votos en el Parlamento y luego no cumplen”.

Esta constatación le valió para recomendar que “en política no hay que fiarse de nadie”, sino sólo de la correlación de fuerzas, y por eso se dirigió a los electores de izquierdas que nunca han votado a su partido pero “saben que somos la única garantía de que haya un Gobierno progresista”, porque los poderes económicos “van a presionar” para que, si los números dan, haya un Gobierno del PSOE con Ciudadanos. “Dadnos la fuerza para que podamos estar en un Gobierno y cambiar las cosas”, reclamó.

Iglesias comenzó su alocución con una referencia a las cloacas policiales y mediáticas como “un mecanismo para mentir, para convencer a la gente de mentiras, para que no se hable de lo que realmente importa”, y, en última instancia, “para subvertir la democracia”. Podemos acusa a dichas cloacas de haber perjudicado sus expectativas electorales en las generales de 2016 con los falsos informes, luego publicados en los medios, sobre una supuesta financiación ilegal y extranjera del partido.

Ya no siguió por ese hilo, sino que retó al resto de partidos, como hizo ayer en Palma de Mallorca, a “que se discuta qué hacer para que se cumplan los derechos” consagrados por la Constitución pero que a su juicio “se han convertido en papel mojado”.

En primer lugar, mencionó el mandato de un sistema tributario justo y progresivo, que a su juicio no se cumple porque los grandes patrimonios “se van de rositas”, y ello le valió para abogar por un “patriotismo de bolsillo, no de bandera” y proclamar que “ser patriota cuando estás forrado es pagar impuestos en España”.

Precisamente, al inicio de su intervención, un vecino le espetó un “Viva España” en un intento de echarle en cara una falta de compromiso con la unidad del país, e Iglesias aprovechó la provocación en su favor y contestó “¡Claro que sí, viva España”, y proclamó que defender la patria es defender los servicios públicos y el sistemas de pensiones. Luego advirtió: “Ningún patriotero de charanga y pandereta nos va a dar lecciones de lo que significa ser español”.

Otro artículo de la Carta que a su juicio “no se cumple” es el que prescribe el derecho a elegir libremente profesión y a percibir por ella una remuneración suficiente. Su solución sería derogar las dos reformas laborales, la de José Luis Rodríguez Zapatero y la de Mariano Rajoy, porque el contrato temporal “es una estafa”. Podemos propone establecer un mínimo de un mes, un máximo de seis y que este tipo de contrato se justifique por sustitución o por motivos de necesidad estacional.

Según expuso, el incumplimiento de estos artículos y del que consagra un sistema público de pensiones perjudica singularmente al mundo rural. Además, denunció que “se ha querido identificar la Marca España con la Alta Velocidad” y, aunque esto “está muy bien”, preguntó “qué pasa con los pueblos” y si no tendría sentido un sistema ferroviario racional que los comunicara. Finalmente, pidió que se cumpla la Ley de Desarrollo Sostenible.