Álvarez efectuó el anticipo de datos durante la Junta de Accionistas que celebra este viernes el grupo tras detallar las cuentas de 2018 y al compartir con los inversores la nueva hoja de ruta diseñada para el trienio 2019-2021.

A pesar del empuje del negocio, precisó que los resultados “se han visto afectados” por los menores ingresos en la actividad mayorista dado el entorno de mercados difíciles y el ajuste por la alta inflación en Argentina, mientras que los ingresos por negocios con clientes se comportaron “en línea con lo esperado”.

Por otro lado, desveló que soportarán cargos por valor de 100 millones de euros por los procesos de “optimización” de las franquicias en Reino Unido y Polonia, aunque en materia de solvencia, que es el ratio que más atento siguen los inversores, ha crecido más de lo habitual en un trimestre.

La entidad ha reforzado el capital de máxima calidad o CET1 ‘fully loaded’ al 11,20% gracias a que los resultados del trimestre permitieron generar 20 puntos básicos, que ayudaron a compensar el impacto regulatorio encajado por el cambio en la contabilización de activos inmobiliarios bajo régimen de ‘lease back’ -las nuevas reglas restaron 31 puntos básicos a su capital-.

Al efectuar un balance de cada una de la áreas y divisiones del grupo, Álvarez explicó que la integración de Popular “va por delante de lo previsto”. La entidad ha completado la integración de las territoriales de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Cataluña, que suponen unas 600 oficinas y representan el 40% del total, y la intención es concluir la migración en julio.

El banquero resumió que el banco se encuentra en una “buena posición” para encarar los retos y avanzar en un plan estratégico que plantea alcanzar dentro de tres años una rentabilidad medida sobre capital tangible (RoTE) del 13-15%, colocar la solvencia CET1 ‘fully loaded’ entre el 11 y 12% y subir el porcentaje de beneficios distribuidos entre accionistas o 'payout' desde el 30-40% al 40-50%.