La expresidenta de la Junta de Andalucía se encargó de dar paso a Sánchez en el último acto de la precampaña, el que celebró el PSOE en la caseta municipal de Dos Hermanas (Sevilla) ante unas 2.000 personas (2.500 según la organización). Animó a darle “desde Andalucía una grandísima mayoría a Pedro Sánchez para que vuelva a ser el presidente de este país; libre, autónomo, con fuerza, con ganas y con un objetivo claro: que los españoles vivan mejor”.

La líder de los socialistas andaluces pidió a los simpatizantes que “no se relajen” por muy bien que las encuestas sitúen al PSOE y alertó de lo que ocurrió en Andalucía el pasado 2 de diciembre, cuando los socialistas ganaron las elecciones pero se unieron los partidos de derecha y les desbancaron de la Junta de Andalucía.

"Hace falta una gran movilización. Las encuestas de estos días me recuerdan mucho lo que pasó en diciembre. Y los nuestros dicen: '¡Si se va a ganar!'. Ellos no se relajan ninguno. Van todos a votar, padres, abuelos, niños, salen de donde sabéis y van todos a votar", avisó Díaz.

La dirigente socialista resumió que en la cita del 28 de abril con las urnas se trata de “Pedro o el resto, no hay más", porque la elección es entre "Pedro o la derecha sin complejos y sin miedos”, ya que “escrúpulos no los tuvieron nunca".

Aseveró que estas elecciones con las “más importantes” de la era democrática, porque son “decisivas”, ya que 40 años después de acabar con la "represión", España “vuelve a estar en peligro”.

Así, diferenció a la derecha de ahora de la de entonces, porque la actual “ha aprendido” y es “de todo menos tonta”. Se ha convertido en una derecha “más cruel, xenófoba, y en el rostro más duro de la derecha”, afirmó.