“El FMI ha rebajado las perspectivas de crecimiento económico al conjunto de las economías, a la que menos ha rebajado sus previsiones es a España, sólo una décima”, destacó Sánchez en una entrevista en ‘laSexta’ recogida por Servimedia en la que puso en valor que “seguimos siendo el país dentro de la zona euro que más sube y que más crece en 2019, según las previsiones del FMI”.

Así respondía ante el último informe del FMI que rebaja la previsión de crecimiento para España y alerta del riesgo de que no baje más el paro, al prever que la economía española crezca un 2,1% en 2019 y que la tasa de desempleo se quede en el en torno al 14%.

Con este escenario, afirmó que el Ejecutivo está “haciendo sus deberes”, consolidando cuentas públicas, garantizando y dando estabilidad jurídica a las relaciones laborales, planteando una política económica “razonable” en los parámetros que se esperan de una opción socialdemócrata, y avanzó que los tres objetivos de su “hipotético gobierno” tras el 28 de abril serán: justicia social, convivencia y la limpieza en el ejercicio de la vida pública.

PARO

Por otra parte, también ensalzó que “este Gobierno cuadra las cuenta”, porque se ha “rebajado el déficit público incluso de manera más intensa a lo inicialmente previsto por la anterior administración, se pueden hacer políticas sociales e incluso eso es bueno para la política económica”.

Además, el presidente instó al líder del PP, Pablo Casado, a “actualizar sus datos” porque, según Sánchez, no usa los correctos cuando le acusa de que hay 126.000 parados más desde la moción de censura. “Tiene que actualizar sus datos, está cogiendo los datos de principios de año y no los último que hay de la Seguridad Social. Si hace eso, ya verá cómo se dará cuenta de que está equivocándose, por no decir mintiendo”.

Además, el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno aseguró que su propuesta pasa por la revalorización de las pensiones según el IPC real y en la creación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores tras la eliminación de los aspectos más lesivos de la reforma laboral que propició el Gobierno del PP en 2012.