Tras el receso, declaró como testigo una agente del Cuerpo Nacional de Policía que también formó parte de la unidad de contra vigilancia del distrito de Les Corts (Barcelona). A preguntas de la Fiscalía, detalló que realizaba labores de observación y comprobación. “La tónica general de los centros era que el ambiente era tranquilo”, salvo en el centro Pau Romeva donde vieron una actitud “violenta”, expresó.

Coincidiendo con los anteriores testigos, detalló que desde las inmediaciones del centro oyeron gritos advirtiendo de la llegada de la policía. “En ese momento las personas que estaban en la puerta cerraron con una cadena y un candado”. Pasados unos minutos volvieron a abrir. Según relató, se resguardó con un compañero en un portal ante la presencia de un grupo de jóvenes, que portaban “cadenas, cascos y palos”, que se dirigían a las unidades de la UIP.

Tras este incidente, la testigo y su compañero se reunieron con dos agentes de su misma unidad quienes les comentan la presencia de dos personas en una actitud “un poco extraña”. Llevaban “botas tácticas y un sistema de transmisión”, apuntó, pero no pudo precisar quiénes eran. “No sabemos si eran mossos o no”, pero el vehículo que llevaban era de la Generalitat. Posteriormente, ante las preguntas de las defensas, la agente aclaró que no se dirigió a estas personas porque la función de su unidad “en ningún momento era identificar a nadie o identificarnos como policías”, porque su función era “vigilar y observar”.

El siguiente testigo, jefe del grupo Sol 45, acudió al instituto Joan Bosca y Pau Romeva para incautar el material del referéndum. En este último centro se encontró con la escena que habían narrado los anteriores testigos. La actitud de las personas congregadas “era más hostil” que en el Joan Bosca y los mossos, apuntó, “no prestaron ningún apoyo”. Además, “impidieron la acción rápida de la policía”. “En ningún momento su labor era impedir la votación”, añadió.

La intervención de su unidad, explicó, fue “bastante complicada” porque “estábamos siendo objeto de contra vigilancia por vehículos de la Generalitat, algo que dificultaba nuestra actuación”. En ese sentido, detalló que no encontraron urnas pero sí mucho material relacionado con el referéndum. En concreto, un acta de constitución de mesa, en la que figuraban tres apoderados de la ANC, Òmnium Cultural y el Partido Demócrata Europeo, y un manual de instrucciones sobre la votación.

Sobre el acceso al centro, el testigo destacó que los agentes de las unidades de intervención realizaron una actuación “muy limpia”, retirando a la gente que estaba en el suelo, siempre “con sus manos”, no con las defensas. Una vez en el interior, los agentes recibieron “patadas y manotazos”. “Me miraban como si les hablase en alemán, no atendían a ningún tipo de razón o de criterio, a pesar de que intentaba realizar la diligencia de una manera segura para los congregados”. Precisamente, sobre esta actuación fue preguntado por las defensas. “¿No sabe que hubo 15 ciudadanos heridos?”. El agente aseguró que desconocía el origen de las heridas que “lamentablemente se pudieron producir en la entrada”, pero “a una compañera de orden público le mordieron en la mano”, apuntó.

MOBILIARIO “A MODO DE BARRICADA”

Respecto a la intervención en el centro Joan Bosca, rechazó haber visto “algún acometimiento grave” hacia los funcionarios de policía, quienes estaban utilizando los escudos para abrirse paso, pero no las defensas, detalló. Sin embargo, en el interior del centro los allí congregados habían colocado mobiliario del colegio “a modo de barricada” lo que dificultaba el acceso.

La gente que estaba dentro gritaba “somos gente de paz”, pero la resistencia era “activa”, añadió. Traspasada la barrera de personas y la barricada que había descrito, consiguieron acceder e incautar carteles, una caja con sobres blancos, papeletas, así como un manual de instrucciones sobre la votación y el censo universal, pero no urnas.

Además, identificaron a las cuatro personas que se encontraban en el aula. “No presentaron ningún tipo de resistencia”, así que les facilitaron la salida “en vista de que no manifestaban ningún obstáculo para la intervención. Cuando salieron había una patrulla de mossos, “su presencia era absolutamente testimonial”, subrayó.