Así se pronunció el jefe de la diplomacia española en una entrevista en Telecinco recogida por Servimedia, en la que comentó que tras las elecciones generales del próximo día 28 de abril “hay que evitar que el centro se apoye en los extremos”.

Explicó que España vive una “situación complicada”, al aparecer “nuevos actores con fuerza”, mientras que otros actores, como Podemos, “pierden fuerza por su desintegración territorial”.

A ello, según Borrell, se suma la “gran indecisión” que evidencian las encuestas, por lo que mostró su confianza en que en la campaña electoral los partidos “abandonen el insulto y la descalificación para explicar las razones y los argumentos” que han de llevar a los ciudadanos a votarles.

Esto le permitió aseverar que los “constitucionalistas” deben trabajar con el objetivo de evitar que el independentismo “tome fuerza” en Cataluña, sin perjuicio de las legítimas discrepancias que puedan tener sobre otros asuntos.

Defendió que “frente al independentismo” el Gobierno ha intentado “tres cosas que hay que seguir intentando hacer”: dialogar, ya que la cuestión territorial en Cataluña “no se resuelve si no es con diálogo”; plantear sus postulados con “firmeza”, dejando claro que “fuera del marco constitucional no hay nada, y la secesión, les guste o no les guste, está fuera”; y argumentar sus planteamientos. Sobre este último particular, reconoció que el Gobierno se ha quedado corto a la hora de contrarrestar los “argumentos falsos” de los independentistas.

Respecto a la posibilidad de que se llegue a celebrar un referéndum de independencia de Cataluña, se remitió a la doctrina del Tribunal Constitucional que establece que “cualquier pregunta que afecte a la integridad territorial del Estado se puede plantear, pero en el marco de la reforma de la Constitución”.

También valoró las palabras del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, referidas a que “si el 65% de los catalanes quiere la independencia, la democracia deberá encontrar un mecanismo para encauzar eso”.

Lo hizo afirmando que “no tiene sentido” ponerse a “especular sobre futuribles improbables o de imposible probabilidad”, lo que le permitió reiterar que los “constitucionalistas” deben pergeñar una “política de Estado para evitar que el independentismo aumente en proporción dentro de la población” de Cataluña.

También llamó a “no sacar las cosas de quicio” cuando el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, “se pasea” por Europa “para engañar a la gente”, ya que no consigue ser recibido por ninguna autoridad gubernamental de los países que visita.

Por último, juzgó “inexplicable” que un “pretendido partido de centro” como Cs “excluye cualquier posibilidad de negociación con su ala izquierda”, representada por el PSOE, con el único objetivo de trasladar a la ciudadanía que los socialistas estarían abocados a gobernar “necesariamente” con el apoyo de los independentistas.