Tras la polémica desatada en torno a las licencias VTC y el conflicto generado con el sector del taxi, la Generalitat aprobó una normativa que desarrolló a través de un reglamento y que, entre otras medidas, obliga a contratar el servicio con 15 minutos de antelación.

Pese al impacto que la nueva regulación ha tenido en Uber, que dejo de prestar servicio en Barcelona, y Cabify, que ha reducido sustancialmente el número de vehículos, tanto Gowe como Social Car han irrumpido en el sector cumpliendo con el marco legal y el espíritu de la nueva regulación.

Gowe esta desarrollada por emprendedores como Jordi Marzal, y Social Car por el fondo de capital riesgo Cabiedes & Partners, y en ambos casos el objetivo es tener entre 200 y 300 coches.

La experiencia en Barcelona y en la comunidad catalana podría ser el inicio para extenderse a otras comunidades y supondría la entrada de operadores que entrarían en competencia con multinacionales como Uber y Cabiby.

Estas empresas aseguran que la entrada en el sector de las VTC supone avanzar en la creación de plataformas de movilidad que apuesten por la innovación. Social Car ha señalado que no operará con vehículos propios. Gowe se basara en flota propia y adelanta que pretende ofrecer soluciones para los clientes que en una ciudad como Barcelona apuestan por la VTC para deplazarse con absoluto respeto al marco normativo.