Juicio Procés

El tribunal escucha el relato sobre la “trampa del Fairy” de varios guardias civiles

MADRID
SERVIMEDIA

Varios guardias civiles que intervinieron en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) relataron en la tarde de este jueves ante el tribunal que juzga el 1-O cómo cayeron en la “trampa del Fairy”, tal y como la bautizó el entonces delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo. Los concentrados habían puesto detergente en el suelo y varios agentes resbalaron y cayeron.

Su relato se parecía mucho a lo que se ha venido escuchando en la sala por parte de los agentes. Recibieron insultos, tuvieron que luchar contra la resistencia de los concentrados para acceder al colegio y recibieron patadas y golpes.

El teniente que estuvo en el dispositivo del colegio Les Vinyes, de Castellbisbal (Barcelona), explicó que "la gente se había encerrado dentro del centro con una cadena”, los guardias tuvieron que “romper la cadena con una cizalla; una persona tiró de ella y nos la quitó”.

“Nos insultaron. Cuando les pedimos que se levantaran, empezaron a dar patadas. Debían haber tirado jabón porque los compañeros resbalaban", cayendo en lo que Millo llamó “la trampa del Fairy”. Justo al llegar al pueblo, relató que encontraron una pareja de mossos. “Nos dijeron que a ellos no les habían dejado entrar al colegio, que nos estaban esperando para liarla y que tuviéramos cuidado. Nos dijeron que lo sentían mucho, pero no nos podían ayudar”, comentó.

Este agente vio cómo un compañero resbaló y cayó cuando intentaba levantar a uno de los manifestantes, otro guardia civil acudió en su ayuda y también resbaló. Cuando se hallaba en el suelo recibió una patada en el casco que lo dejó “aturdido”.

"Me llevaron luego al Hospital General de Cataluña en Sant Cugat, me mandaron una resonancia y tengo dos protusiones en las cervicales", explicó el agente. El presunto responsable de esa patada fue detenido minutos después.

Varios de los testigos también aseguraron que cuando se estaban replegando “un motorista intentó atropellar a unos agentes. Tres o cuatro agentes lo intentaron reducir, pero era muy agresivo. Les intentó quitar el arma, pero no pudo", acabaron contando.

Otro de los agentes explicó a preguntas de la fiscal Consuelo Madrigal que para abandonar el colegio en el que intervinieron con las urnas tuvieron que desplegar un dispositivo de seguridad. Al salir, él recibió una patada en la cara, uno de sus compañeros fue lesionado con una moneda y otros recibieron golpes y patadas. “Nos arrojaron desde un casco de moto a botellas”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
04 Abr 2019
SGR/ICG/caa