López explicó asimismo que el exconsejero de Interior Joaquim Forn no estuvo en la sala de mando el 20-S y que su intervención en las decisiones que se tomaron se limitó a una llamada al mayor Josep Lluís Trapero “para que se pusiese en contacto con Jordi Sànchez” y que “intentase mediar con los manifestantes dado su ascendiente” sobre los ciudadanos que protestaban. Esta versión es similar a la que ya dio el exmayor de los Mossos Josep Lluís Trapero.

En consecuencia, explicó que la formación de un pasillo de voluntarios solo tenía por objetivo crear una línea para “aislar a los manifestantes de la Policía para que cuando hubiera que hacer el cordón tuviéramos márgenes para trabajar. No se cuenta con él (Jordi Sànchez) para organizar nada. Sólo se cuenta con la ayuda de voluntarios para facilitar la actuación de la Policía”.

Agregó que esos contactos con el presidente de la ANC están en línea con lo que habitualmente hacen los Mossos: "En todas las manifestaciones nos ponemos en contacto con los organizadores y les pedimos que colaboren con la seguridad del acto. El 20-S se le pidió a la ANC y a Sànchez que colaborasen".

Ferrán López relató los sucedido a lo largo de la jornada. A primera hora de la mañana, la Guardia Civil pidió un pasillo para llevar vehículos a Economía con los detenidos, pero el jefe de orden público de los Mossos lo desaconsejó. "Una actuación en aquellas circunstancias, con los manifestantes que había, era improbable que se pudiera hacer", aseguró.

Quiso dar una visión global de lo sucedido el 20-S: "Era un escenario de multipantallas. Hubo actuaciones en el CTTI, en Economía, en Exteriores, Gobernación, en Sabadell, en Terrassa, dos actuaciones en Rubí, en Bigues, en Les Franqueses… Se ordenaron más de 40 registros. Se hizo todo lo que se pudo allá donde se pudo, en apoyo de un dispositivo del que no teníamos información previa. De haber tenido información genérica de que ese día iba a haber 41 entradas en toda Cataluña, quizá el escenario hubiera sido diferente", comentó.

Sobre lo que ocurrió con los vehículos de la Guardia Civil aparcados frente a Economía, dijo que fue “imposible” hacer un perímetro alrededor de los coches “por la cantidad de gente que había”. Ante esta afirmación, la abogada del Estado le reprochó que ese perimetraje no se pudo llevar a cabo porque se decidió demasiado tarde, lo que motivó la amonestación del presidente de la sala, el juez Manuel Marchena.

En relación con los planes para sacar a la comitiva judicial de Economía, el comisario dijo que que les pidieron “primero un pasillo para sacar el vehículo. Por la tarde, eso seguía siendo imposible. Se ofreció tener una línea libre de manifestantes para que, a la hora a la que tuviéramos certeza de la salida de la comitiva judicial, activarla".

López insistió en que hasta pasadas las 23.00 horas no tuvieron conciencia de que las diligencias habían concluido dentro de la Consellería. Hasta entonces tenía la idea de que los registros se estaban retrasando por problemas informáticos. “Hasta las 11 de la noche no supimos con certeza que el registro había finalizado. Cuando el juez de incidencias llama al señor Trapero, le dice que por favor procedamos a extraer a la comitiva judicial; entonces es cuando sabemos que ya ha concluido la diligencia”, dijo.

Explicó que se manejaron varias opciones para sacar a la comitiva judicial e insistió en que “el pasillo” que ofrecían para salir por la puerta principal “era seguro”, aunque finalmente un inspector de mediación ofreció una ruta “alternativa y segura” por la azotea para “evitar más tensión”. Y volvió a reiterar que la comitiva judicial “no salió antes porque nadie nos dijo que estaba preparada para salir".