Los dos cabos de la Guardia urbana de Badalona explicaron que intervinieron en dicha localidad en días previos al referendúm cuando un grupo de cinco personas estaba colocando carteles relacionadas con el 1-O en las farolas. En concreto, 45 carteles con la leyenda “hola Europa”, “hola mi país” y “hola república”, así como un bocadillo que ponía “sí”. “Nos dijeron que era propaganda para el referéndum del 1-O que era una cosa que les pedía el cuerpo y que no estaban haciendo nada malo”. Fue entonces cuando les comunicaron que no lo podían hacer “en base a la ordenanza y a las instrucciones de la fiscalía”, así que efectuaron el decomiso del material. “El trato con estas personas fue totalmente correcto”, aunque una de ellas llamó a la alcaldesa de Badalona para comentarle lo que estaba sucediendo.

A partir de ese momento, empezó a llegar gente, “entre 20 o 30 personas”, entre ellos el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y el teniente alcalde, José Téllez. “La actitud en aquel momento inicial era tranquila”, explicó. Cuixart habló con los agentes, detalló el testigo, “insinuó varias veces que podíamos haber pasado de largo, pero nosotros nos limitábamos a hacer nuestro trabajo”. Asimismo, indicó, Téllez manifestó que “había tomado la decisión de coger los carteles del coche y empezó a repartirlos entre la gente allí presente”. Entonces, continuó, “Cuixart era uno más” y las personas allí concgredas gritaban “hemos ganado”.

Posteriormente, según explicaron, la situación se tensó, “la gente estaba más acalorada, gritaban que nos iban a echar, nos insultaban, nos grababan con móvil, que nos iban a echar de la guardia urbana y de Cataluña, que éramos unos ladrones, que les habíamos quitado el género”. “Fruto de la tensión”, relataron, se perdió en el maletero del vehículo de la Guardia Urbana el DNI de una de las cinco personas identificadas, que inicialmente portaban los carteles.

En este momento, plantearon la opción de acudir al Ayuntamiento “para buscar refugio” y continuar allí la búsqueda del DNI, sin embargo “Cuixart puso las manos en el capó diciendo que no se iban de aquí hasta que la señora no encontrase el DNI”. “La situación era muy tensa”, aseguró uno de los cabos, de modo que no efectuaron ninguna detención, “para evitar un mal mayor”.

A preguntas de la letrada de Cuixat, Marina Roig, los cabos apuntaron que identificaron a las cinco personas que habían estado colocando los carteles y a Téllez. “En principio consideramos que era suficiente”, explicó uno de ellos después de que la defensa de Cuixart recordarse que el presidente de Òmniun Cultural no había sido identificado.

Precisamente, Téllez ha sido absuelto esta semana por la Audiencia de Barcelona del delito de desobediencia, tras ser condenado a pagar 4.000 euros, por estos hechos.