Su diseño se basa en las políticas definidas por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a través de la Secretaría de Estado de Comercio, y tras efectuar un diagnóstico de la importancia del sector exterior.

El objetivo final es impulsar una internacionalización "de carácter estructural que revierta en mayor creación de empleo a través de la mejora en la competitividad y de la mayor presencia de nuestras empresas en el exterior", detalló el Ministerio de Industria.

Entre las medidas buscará promover una política comercial progresista e inclusiva, instando a que las negociaciones comerciales de la UE se tengan en cuenta objetivos "ambiciosos" en materia de desarrollo sostenible, cambio climático, comercio, género y pymes.

Se propone incorporar además la sostenibilidad como política transversal de todos los actores de la Administración relevantes en materia de internacionalización, y continuar favoreciendo la diversificación de los mercados y sectores de destino de las exportaciones de bienes y servicios españolas.

Para elevar el valor añadido de las exportaciones se pondrá el acento en la innovación, la digitalización y la diferenciación de marca.

De manera adicional plantea la modernización los instrumentos de apoyo financiero oficial a la internacionalización con el objetivo de "contar con instrumentos más ágiles y con mayor alcance en su ámbito de aplicación".

El programa se compromete a dar difusión pública a sus resultados al término del plan en el ejercicio 2012.

Como base de partida, toma que España ha logrado un récord en exportaciones con volumenes superiores a los 285.000 millones de euros (+2,9% respecto a 2017); el mayor número de exportadores regulares (51.768 organizaciones) y una inversión foránea también récord en España, con 40.000 millones netos, un 77% más que en el ejercicio 2017.