Los hechos que ha relatado sucedieron en Girona. El dia 2 de octubre estaba haciendo servicios de paisano. "Escuchamos una sirena por un lateral de la comandancia y vimos un convoy de unos 15 vehículos de bomberos. Giraron hacia la calle donde está la puerta principal de la comandancia. Los ocupantes de los vehículos empezaron a hacer gestos como la peineta, haciendo el gesto de caradura, los pulgares hacia abajo y profiriendo gritos contra nosotros, nos llamaban `feixistes´, `fills de puta´, `covards…´”.

El testigo explicó al fiscal Jaime Moreno que los gestos obscenos y los insultos eran habituales después del 1-O, sobre todo, desde vehículos particulares. El convoy pasó de largo y se dirigió al centro de Girona, donde el declarante supone que iban a manifestarse.