Los socialistas quieren que las carreras universitarias sean gratuitas en primera matrícula. Es decir, que los estudiantes no paguen por sus grados hasta que suspendan alguna asignatura, momento en el que sí tendrían que costear la segunda matrícula de esa materia.

Actualmente, son las comunidades autónomas las que establecen el precio de las tasas universitarias dentro de una horquilla, y que lleva a que los universitarios paguen en Madrid, por ejemplo, alrededor del doble de lo que se paga en Galicia por el mismo grado.

Asimismo, los socialistas pretenden dotar a la Real Academia Española (RAE) de una “financiación estable y suficiente” con cargo a los presupuestos, después de que la institución denunciara su escasa financiación por parte del Estado. En 2018, la RAE tuvo un presupuesto asignado de 1,6 millones de euros.

En materia de Cultura, el PSOE también se compromete a aprobar una ley de mecenazgo cultural que “incentive y favorezca el apoyo a la producción y el consumo cultural mediante desgravaciones fiscales”, y que incidirá, según su programa, en el micromecenazgo.

Hasta ahora, el ministro de Cultura en funciones, José Guirao, se había mostrado favorable a “mejorar la ley existente” y amplió el límite máximo de desgravación por mecenazgo al 15%.