Salud
Investigadores vinculan la obesidad a la gentrificación de los barrios y el paro
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El desempleo y la pérdida de negocios tradicionales en los barrios -fenómeno que se conoce como gentrificación- aumentan la obesidad y el sobrepeso, según constata un estudio elaborado por dietistas e investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que han establecido una relación directa entre mala alimentación y no tener trabajo.
Los expertos hablan de un “círculo vicioso” porque, al no tener trabajo, los hábitos saludables empeoran y, a su vez, una mala salud dificultaría la búsqueda de empleo, según señala Acción contra el Hambre en una investigación en la que han colaborado la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación y la Fundación Alimentación Saludable.
El estudio se ha centrado en el barrio madrileño de San Cristóbal (Villaverde), una de las zonas más empobrecidas de la capital. “El sobrepeso y sus enfermedades crónicas asociadas suelen ser más prevalentes en los colectivos de personas desempleadas”, afirmó el responsable de Nutrición de la ONG, Antonio Vargas.
Además, resulta que “las personas con peor salud tienen menos oportunidades de conseguir y mantener un trabajo”, según destacó la gestora de Acción Social de Acción contra el Hambre, Cristina Serrano.
Otro de los factores que influyen, de acuerdo con la investigación, es el nivel educativo de las personas desempleadas, pues los ciudadanos de San Cristóbal “tienen significativamente un nivel inferior al resto de barrios de Villaverde” y, al parecer, esto estaría relacionado con una peor alimentación.
Sin embargo, no sólo influye la formación de los vecinos o su nivel socioeconómico, sino que el desplazamiento de los negocios locales y tradicionales en favor de las grandes cadenas y negocios enfocados al gran público también repercuten en la mala alimentación de estos vecinos, algo que estaría ocasionando un mayor consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares.
GIMNASIOS POCO ACCESIBLES
En relación con la actividad física, algunos agentes del barrio han percibido que existe “poco interés” de los vecinos y vecinas por el deporte, y achacan esta actitud a que los espacios deportivos carecen de “seguridad y accesibilidad”.
Tras darse a conocer estos datos, el equipo de investigación diseñó e impartió tres talleres formativos entre los vecinos y vecinas de San Cristóbal para fomentar el autoconocimiento, cambiar los hábitos poco saludables, mejorar la percepción de la propia salud y potenciar la autoestima, aspectos clave en los procesos de empleabilidad.
Después de esta intervención, los resultados fueron “muy positivos”, según los investigadores, ya que “se consiguió aumentar la cantidad de legumbres y pescados, se redujo la cantidad de grasas no saludables, se aumentó la actividad física y mejoraron la percepción de su propio cuerpo y, por tanto, también sus oportunidades laborales”.
(SERVIMEDIA)
26 Mar 2019
GIC/caa