Así lo dijo durante su participación en el IV Congreso ‘Córdoba, ciudad de encuentro y diálogo’, que en esta edición tiene como tema de debate los movimientos migratorios y las personas migrantes. Además, señaló, muchos migrantes son trabajadores jóvenes que “pueden contribuir a reducir la presión sobre el sistema de pensiones en los países de ingresos altos”.

El Defensor inició su intervención asegurando que las migraciones son un fenómeno complejo que incide en la vida cotidiana de las personas tanto en los países de origen como en los de destino. En este sentido, recordó que “los que huyen del hambre, las guerras, la violencia o el cambio climático continuarán viniendo”, por lo que considera que “son necesarias políticas que vayan mucho más allá de lo que ha sido la política convencional de ayuda al desarrollo”.

Para hacer frente a los retos migratorios, Fernández Marugán reclamó que se desarrollen tareas cooperativas en el seno de la Unión Europea, ya que, en su opinión, “de poco sirven las respuestas unilaterales”. El Defensor considera que la falta de una política migratoria común tan solo favorecerá a las mafias que actúan en el Mediterráneo.

También quiso destacar el papel que deben realizar las instituciones de derechos humanos, que, en su opinión, “debemos utilizar nuestro potencial para mejorar y humanizar la política migratoria”. Además, aseguró que “la voz firme de los defensores de derechos humanos resulta imprescindible para que los gobiernos calibren y si es necesario revisen sus políticas y también para que la ciudadanía confíe en sus instituciones”.

Fernández Marugán terminó su intervención con una reflexión del profesor Javier de Lucas que asegura que no pueden seguir creándose categorías de seres humanos presentados como “los otros” a los que se les adjudica una igualdad degradada.