Frente al Parlamento de Cataluña, la portavoz nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, anunció una nueva denuncia a la Junta Electoral Central (JEC) por los nuevos símbolos que está exhibiendo la Generalitat ante el requerimiento para retirar esteladas y lazos amarillos con el objetivo de garantizar la neutralidad de los edificios y espacios públicos en periodo electoral. "Se creen muy listos y muy graciosos", aseguró, pero luego delante de los jueces dicen que no recuerdan nada.

Aseguró que Ciudadanos seguirá visitando todos los rincones de España sin renunciar "ni a un palmo" de territorio y sin hacer nunca lo que han hecho el PSOE y el PP durante décadas, "bajar la cabeza, pactar" con los nacionalistas y "mirar a otro lado mientras se vulneran principios básicos de la democracia".

Arrimadas estuvo acompañada de Edmundo Bal, abogado del Estado "íntegro y valiente", "purgado" por el Gobierno porque era partidario de acusar de rebelión a los independentistas juzgados por el Tribunal Supremo y el presidente, Pedro Sánchez, "tenía que entregar cesiones". Ahora, añadió, el objetivo ante las elecciones es "librarnos de la marioneta" del separatismo.

Preguntada por las declaraciones de la candidata del PP Cayetana Álvarez de Toledo, convencida de que ella sí había optado a la investidura si hubiera estado en el lugar de Arrimadas, la dirigente de Ciudadanos subrayó que en ese partido "no se han enterado muy bien de cómo va la película", y quizá por eso Ciudadanos tiene 36 diputados en el Parlamento de Cataluña y el PP tiene 4. El presidente de la Cámara, Roger Torrent, nunca dio opción a ningún aspirante que no fuera independentista, aseguró, y solo habría proporcionado "una victoria" a esos grupos.