Así lo dijo el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, en su intervención en la jornada sobre pensiones organizada por Fidentiis Gestión y Vitalis, y en la que también participaron el presidente de Inverco, Ángel Martínez-Aldama, y la presidenta de la patronal Unespa, Pilar González de Frutos.

Desde el Banco de España, Arce señaló que “España es un país de viudos con pisos muy grandes y rentas muy pequeñas”, y ello evidencia una “ineficiencia en la composición de las carteras de las personas mayores”.

En este sentido, apuntó que la innovación financiera tiene un papel que jugar a la hora de ayudar a los más mayores a “transformar esa riqueza que es muy ilíquida en capacidad de consumo”.

“Hay un margen elevadísimo para avanzar en el desarrollo de productos tipo la hipoteca inversa”, afirmó Arce. Se trata de un préstamo que concede el banco a las personas mayores de 65 años por su vivienda, y cuando el perceptor fallece se debe liquidar la deuda.

En cualquier caso, Arce urgió a que el poder político aborde ya una solución y el Pacto de Toledo se revitalice tras las elecciones, dado que con “las últimas decisiones que se han tomado sobre los gastos del Sistema lo dejaban en una situación de desequilibrio financiero intertemporal”.

El Banco de España planteó que el ajuste entre ingresos y gastos se produzca de manera automática, “mantener y reforzar la contributividad” del Sistema y hacerlo “más transparente y predecible”, de cara a facilitar la toma de decisiones sobre ahorro para la jubilación con antelación.

Arce consideró que ésta es una decisión política y añadió que “no creo que debamos basar la toma de decisiones en la unanimidad de los partidos porque nos estamos moviendo a un entorno de mayor fragmentación y polarización ideológica, eso no debe llevar a la inacción”.

Confió en “que se haga algo” porque de lo contrario, “cuanto te viene una crisis lo tienes que hacer” y “en las peores condiciones posibles y en el peor momento posible, dando lugar a políticas presupuestarias de corte procíclico, que es lo peor que te puede pasar”.

Subrayó que el del sistema de pensiones es un “problema aritmético, si no se hace nada, la bola se hace más grande”, con el inconveniente de que en España no existe la masa de ahorro que sí se da en otros países y “se hace difícil aguantar durante mucho tiempo una circunstancia de este tipo”.

AUTORIDAD INDEPENDIENTE

Por su parte, la presidenta de Unespa planteó dotar al Sistema de unas reglas pactadas de cálculo de derechos y obligaciones futuros que permitan sistemáticamente comunicar “cuál es el nivel de déficit o de superávit que el propio Sistema está soportando” y que esos cálculos los elabore una autoridad independiente de reconocido prestigio.

En opinión de González de Frutos, “ha llegado el momento de que las empresas y los trabajadores se planteen cuál es el papel que estos sistemas colectivos y de ahorro deben jugar” de cara a las generaciones de futuros pensionistas.

“El reto es hacer productos fáciles de entender, con una elevada calidad en la gestión, que produzca una rentabilidad que efectivamente venga a favorecer la generación de esas pensiones futuras y a unos costes que sean soportables”, afirmó.

Desde Inverco, su presidente se pronunció en esta línea de reivindicar más información para la población sobre su futura pensión y advirtió de que no tomar medidas “sería el peor de los escenarios porque ahí sí que habría una contestación social fuerte”. Martínez-Aldama propuso elaborar un plan de acción para 2030 y 2040.