La doctora Ortega Bernardo dice que “sería un grave error prescindir de los centros de educación específica”
- Esta especialista en Psiquiatría en el Hospital Universitario Doce de Octubre compareció en la Asamblea
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
María del Carmen Ortega Bernardo, médico especialista en Psiquiatría en el Hospital Universitario Doce de Octubre, declaró en la Comisión de Educación de la Asamblea de Madrid que “sería un grave error prescindir de los centros de educación específica”.
Ortega, que compareció para informar sobre 'factores relacionados con la salud mental y el entorno educativo en niños con discapacidad intelectual: consideraciones en relación a la educación inclusiva y en centros específicos', dijo que, “sin perjuicio de poner los medios para mejorar e implementar la educación inclusiva, sería un grave error prescindir de los centros de educación específica”, que consideró que es “eficiente y favorecedora de bienestar y desarrollo en todo su potencial para muchos niños con discapacidad, en aras de tener una vida lo más autónoma posible e integrada en la sociedad”.
Tras considerar que, con independencia del centro al que acuda un niño con discapacidad intelectual, a “mayor experiencia e información de los profesionales, mayor posibilidad de éxito”, afirmó que la “intervención educativa en centros ordinarios puede beneficiar a niños con ciertas discapacidades”, pero “en otros casos les exige un esfuerzo de adaptación que no se reduce solo a lo académico y les puede situar en situaciones de relativo estrés y desventaja, perjudicando sus posibilidades de desarrollo de capacidades”.
A su juicio, “en diversas circunstancias, se precisa de una escolarización en un entorno educativo especial que ofrezca una relación con iguales, los apoyos pertinentes y la mayor cantidad posible y un grupo de profesionales formados específicamente”.
DIFICIL DE ABORDAR
Asimismo, indicó que la discapacidad intelectual es “tan diversa en todas sus manifestaciones que puede resultar altamente difícil de abordar en una escuela ordinaria, en algunos casos”. La ponente afirmó que “un cierto número de niños con discapacidad pueden beneficiarse de un centro ordinario, siempre y cuando éste cuente con los apoyos oportunos, pero también existen niños que están siendo o pueden ser perjudicados en esta modalidad educativa, por resultar conveniente, habida cuenta de sus circunstancias y personalidad, un entorno más homogéneo como medio necesario para permitir el pleno desarrollo de su personalidad y capacidades”.
A su juicio, “el desarrollo de un niño con déficit intelectual es un proceso dinámico y muy sensible a factores ligados a la calidad de sus relaciones escolares y a recibir los apoyos terapéuticos que precise”. En este sentido, opinó que “junto a ciertos logros conseguidos hasta aquí en la educación inclusiva en España, son también diversos los fracasos, unas veces por falta de recursos y otras porque es difícil atender globalmente todo tipo de discapacidad”.
Se mostró partidaria de “valorar el método educativo más idóneo para cada niño y siempre teniendo en cuenta la opinión de los padres, que son quienes más conocen a sus hijos, sus límites, fortalezas y debilidades”.
(SERVIMEDIA)
20 Mar 2019
SMO/gja