Así lo anunció durante su intervención en dicho desayuno informativo, organizado por Nueva Economía Fórum, donde remarcó las que serán sus prioridades de gobierno, desde la limpieza y la lucha contra la contaminación hasta la agilización de la burocracia, pasando por el régimen fiscal para acometer "toda una revolución” en materia de impuestos.

Almeida denunció que actualmente “Madrid es la ciudad en la que más impuestos se pagan por habitante”. Pese a que el Ayuntamiento ha contado con un superávit de 1.000 millones de euros, “la presión fiscal no ha dejado de incrementarse” durante el mandato de Manuela Carmena, periodo en el que la recaudación de los tributos ha aumentado en 350 millones de euros.

Ante esta situación, el candidato popular apuesta por “una fiscalidad justa y ajustada, que deje de penalizar a las familias, las empresas y los emprendedores”. Para ello, en primer lugar, Almeida anunció que bajará progresivamente el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) hasta el mínimo legal permitido del 0,4%.

Esta reducción irá acompañada, además, de un incremento de las bonificaciones para vivienda habitual de las familias numerosas y de los pensionistas, así como de una bonificación del IBI a los locales situados en edificios protegidos, “tal y como se hacía en Madrid hasta que en el año 2016 Carmena la eliminó”.

Por su parte, el Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) también será bonificado en un 95% para fomentar la actividad económica y la creación de empleo, y se restaurará el ‘Madrid Tax Free’ para favorecer la promoción de las pequeñas y medianas empresas”.

En total, según los cálculos hechos por el equipo de Almeida, “se devolverá al bolsillo de los madrileños más de 468 millones de euros, un 12% del total de ingresos corrientes del actual presupuesto”.