Ambas partes compiten por el control de la compañía y por imponer sus respectivas estrategias para el futuro de la misma, por lo que la Junta tendrá que decidir si aprueba alguna de las dos propuestas de ampliación de capital presentadas.

Por un lado, la propuesta del actual Consejo de Administración de DIA plantea una “compensación de pérdidas y reducción de capital con la finalidad de restaurar el equilibrio y la estructura de patrimonio neto de la compañía”. En concreto, el Consejo propone una reducción del capital social en 56 millones mediante la disminución del valor nominal de las acciones de DIA en 0,09 euros para compensar pérdidas. Además, tras ese punto, el Consejo propone también una ampliación de capital de 600 millones y una refinanciación de la deuda bancaria hasta 2023.

La propuesta del consejo de DIA cuenta con el respaldo de Morgan Stanley. Sobre este punto, el pasado miércoles el consejo de DIA respondió en una carta remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a una petición de información cursada por LetterOne, fondo dirigido por Fridman, en la que DIA explicaba que Morgan Stanley se ha comprometido a actuar de coordinador global y colocador de un aumento de capital máximo de 600 millones, cuya suscripción y desembolso se compromete a asegurar en su totalidad.

En dicha carta, se informa de que los compromisos asumidos por Morgan Stanley se extienden hasta el próximo 31 de mayo (o fecha anterior en la que alguien adquiera el control de más del 50% de los derechos de voto de la sociedad o el derecho a designar o remover la mayoría del Consejo de Administración) y están sujetos a la firma de un contrato de aseguramiento definitivo.

Por su parte, LetterOne, máximo accionista de DIA con el 29% de los títulos, lanzó en febrero una opa sobre el 70,9% restante que no controla de la compañía, a 0,67 euros por título, tras la cual, en caso de ejecutarse, realizaría una ampliación de capital por valor de 500 millones de euros.

La opa, que fue admitida a trámite por la CNMV y ha sido autorizada por la Comisión Europea y el regulador brasileño, está pendiente de que el regulador español determine si la autoriza o no. Sin embargo, ésta podría ser retirada en caso de que la Junta opte por la propuesta de ampliación de capital del Consejo, ya que LetterOne condicionó su opa a que la ampliación elegida fuera la suya.

La Junta del miércoles es vista como un posible punto de inflexión en el que DIA encauce su futuro y ponga fin al periodo de inestabilidad vivido desde el año pasado. Los resultados de los últimos años, con la investigación y reformulación de los de 2017, llevó a la compañía a una importante pérdida de valor en Bolsa que desembocó en diciembre en su salida del Ibex-35.

El pasado 8 de febrero DIA presentó sus resultados de 2018, en el que registró unas pérdidas de 352 millones de euros y una cifra de negocio de 7.288,8 millones de euros, un 11,3% menos respecto a los 8.217,6 millones del 2017. Ese mismo día, la compañía anunció un ERE de 2.100 trabajadores en España, aunque en las negociaciones con los sindicatos lo han reducido a 1.536.

Para el miércoles los trabajadores de DIA están convocados a dos paros parciales en todos los centros de trabajo, de 10.00 a 12.00 horas y de 17.00 a 19.00 horas, como protesta al ERE y por la negativa de la compañía a aplazar las negociaciones a después del miércoles, una vez se sepa quién controlará el futuro de DIA.