Explicó que en la reunión de coordinación del dispositivo policial celebrada el 23 de septiembre, a la que asistió el comisario Ferran López en representación de los Mossos, no le hizo ninguna indicación. Admitió que López y él discutieron sobre el uso de la fuerza y “hubo momentos de tensión dialéctica”. En ese encuentro “valoramos el tema de coordinación y Ferran se ofreció a ir a las reuniones”, posibilidad que aceptó porque “en este tema no estoy haciendo un buen papel con De los Cobos”.

Además, Trapero sostuvo, en contra de lo que declararon Pérez de los Cobos y el exdelegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo, que la orden de la magistrada Armas de impedir el referéndum dejó sin efecto la instrucción de la Fiscalía que ordenaba el cierre de los colegios antes del 1 de octubre.

En un momento de la reunión, explicó Trapero, la magistrada indicó que Pérez de los Cobos tendría "la supervisión de todas las fuerzas de ustedes". El mayor de los Mossos le pidió aclaración sobre este punto y entonces la magistrada llegó con un nuevo auto y se rompió el anterior. En ese nuevo “quedó claro que los tres cuerpos podíamos hacer cualquiera de las funciones que se nos otorgaba”.

Sostuvo, por tanto, que el plan de actuación de los Mossos formaba parte de uno más amplio y acordado con la Guardia Civil y la Policía Nacional, de manera que defendió la suficiencia de sus previsiones, ya que se trataba de “un dispositivo en el marco de un dispositivo conjunto. Una parte pivotaba sobre los Mossos y otra sobre los otros cuerpos”. En ese sentido, salió en defensa de la labor de los mossos que se presentaron en los centros de votación el 1-O: “Hicieron su función y la hicieron bien”.

Trapero insistió en que todo el dispositivo de los Mossos para el 1 de octubre "no tenía otra finalidad que la de cumplir los mandamientos judiciales y de la Fiscalía. ¿Que nos hubiese gustado más resultados? Sí. Hubo los que pudimos hacer entre todos", indicó.