En una entrevista en TVE recogida por Servimedia, Celaá rehusó no obstante detallar los pasos que seguirá el Gobierno central si la Generalitat no retira los lazos amarillos y las esteladas de los lugares públicos, como ha pedido la Junta Electoral. “Cada cosa a su tiempo”, indicó.

Por otro lado, la portavoz del Ejecutivo dejó la puerta abierta a un posible pacto con los independentistas si los socialistas lo necesitan para gobernar tras el 28-A, en una clara apuesta por el “diálogo”.

“Salimos a ganar”, advirtió, pero “o hay diálogo o hay guerra”, añadió, matizando que esa contienda es un “concepto filosófico” y que el diálogo siempre sería “dentro de la ley y la Constitución”. “Fuera no hay nada”, aseveró, agregando que el Gobierno ha dialogado “mucho” y que lo hace “en una mano la Constitución y en otra el diálogo”.

ADOCTRINAMIENTO

Respecto a la acusación al Gobierno por parte del PP y Ciudadanos de permitir el adoctrinamiento en la educación catalana, la ministra recordó que existen “todos los recursos legales y constitucionales para preservar el derecho a la educación de cualquier alumno en cualquier parte del territorio” y criticó que ella “no llevaba un mes” en el cargo cuando ya se le acusaba, “de manera desmedida”, de inacción en relación al adoctrinamiento.

“Nos hemos encontrado con un mantra permanente” sobre el asunto, manifestó, cuestión que, según dijo, no sólo se produce respecto al sistema educativo en Cataluña, sino también en Valencia “y ahora en Baleares”.

“Si hay malas prácticas, observémoslas, pero hablar de adoctrinamiento en global como si fuera un origen de la crisis catalana… En la crisis catalana no están los niños, están los mayores”, concluyó.